Devocional Cielos Abiertos

LA GRAN COMISIÓN

Memoriza: « Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.» Marcos 16:15

Lee: Mateo 18:19 – 20

19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

BIBLIA EN UN AÑO: Jueces 6 – 8

MENSAJE

Después de la resurrección de Jesús, Él se mostró a sí mismo a Sus discípulos. Él hizo esto por dos razones principales. La primera fue para que ellos le vieran y supieran que Él no estaba muerto sino vivo (1 Corintios 15:6). La segunda razón fue para darles instrucciones finales antes de dejar la tierra. ¿Qué instruccion era tan importante que Él tuvo que dársela a ellos antes de irse? Esa instrucción está en Marcos 16:15 – 18.

Ahora que Él había pagado el sacrificio final, Jesús dijo, «Id por todo el mundo y decidle a la gente que ellos no van a morir en el infierno. Si ellos creen en Mi, tendrán poder sobre la enfermedad, los demonios y el veneno, y también acabarán en el cielo en vez de en el infierno». Esta es la instrucción que Él les dio a sus discípulos antes de irse. ¿Eres tú uno de Sus discípulos? Si tu respuesta es «Si», ¿Has estado obedeciendo Su instrucción? ¿Has estado predicando el evangelio a los pecadores?

«¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?»

Quiero que reflexiones en el pasaje Bíblico anterior y en el hecho de que muchas personas irán al infierno si nadie les habla del evangelio. Reflexiona en el hecho de que algunos de tus amigos, vecinos y colegas quizás vayan al infierno si no les hablas sobre Jesucristo. Un hombre tuvo un sueño en el que vio a un ángel viniendo del infierno con una carta para él. El ángel dijo, «Esta carta es de alguien que dijo que te conocía». La persona era su amigo. En la carta escribió, «Estoy aquí porque no me hablaste de los peligros de este lugar. En todos los años que estuvimos juntos, no me dijiste que iba directo al peligro.» El hombre se despertó y tan pronto como se hizo de día, fue a la casa de su amigo a predicarle el evangelio. Cuando llamó a la puerta, una persona fue a abrir y dijo, «¿Has escuchado?». Él respondió «¿Escuchado el qué?» La persona respondió «Tu amigo murió anoche» Ese hombre podía haber salvado la vida de su amigo de una condenación eterna. Dale a tus amigos y colegas la oportunidad de escapar de la condenación eterna; cuéntales sobre Jesucristo. Dile a todo aquel con quien tengas contacto, o te pongas en contacto, sobre Jesucristo.

REFLEXIÓN: ¿Cómo te sentirías si alguno de tus amigos fuera al infierno porque no les contaste sobre Jesucristo y el peligro de ir al infierno? Predícales ahora.