Memoriza: «De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.» 2 Crónicas 24:1
Lee: 2 Crónicas 24:1 – 18
Reinado de Joás de Judá
De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba. 2 E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote. 3 Y Joiada tomó para él dos mujeres; y engendró hijos e hijas.
4 Después de esto, aconteció que Joás decidió restaurar la casa de Jehová. 5 Y reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia. 6 Por lo cual el rey llamó al sumo sacerdote Joiada y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén la ofrenda que Moisés siervo de Jehová impuso a la congregación de Israel para el tabernáculo del testimonio? 7 Porque la impía Atalía y sus hijos habían destruido la casa de Dios, y además habían gastado en los ídolos todas las cosas consagradas de la casa de Jehová.
8 Mandó, pues, el rey que hiciesen un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa de Jehová; 9 e hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén, que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés siervo de Dios había impuesto a Israel en el desierto. 10 Y todos los jefes y todo el pueblo se gozaron, y trajeron ofrendas, y las echaron en el arca hasta llenarla. 11 Y cuando venía el tiempo para llevar el arca al secretario del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciaban, y la volvían a su lugar. Así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero, 12 y el rey y Joiada lo daban a los que hacían el trabajo del servicio de la casa de Jehová; y tomaban canteros y carpinteros que reparasen la casa de Jehová, y artífices en hierro y bronce para componer la casa. 13 Hacían, pues, los artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron la casa de Dios a su antigua condición, y la consolidaron. 14 Y cuando terminaron, trajeron al rey y a Joiada lo que quedaba del dinero, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada.
15 Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días; de ciento treinta años era cuando murió. 16 Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho bien con Israel, y para con Dios, y con su casa.
17 Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los oyó. 18 Y desampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los símbolos de Asera y a las imágenes esculpidas. Entonces la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado.
BÍBLIA EN UN AÑO : Núneros 15:17-16:40 Marcos 15:1-47
MENSAJE
Nuestro versículo a memorizar de hoy hace saber que Joás se convirtió en rey cuando tenía siete años, y reinó en Jerusalén por cuarenta años. 2 Crónicas 24:2 dice que él hizo lo correcto a los ojos de Dios.
Una lección a aprender de la historia del Rey Joás es que él sabía la importancia de seguir los mandamientos de Dios incluso a su temprana edad. El Rey Joás fue un buen rey en su juventud, pero a medida que creció, empezó a permitir que la gente incorrecta le influenciara, y le llevaron por el mal camino (2 Crónicas 24:17 – 18). Su desobediencia resultó en su caída y derrota (2 Crónicas 24:24).
Como hijo de Dios, no hay excuso para el fracaso. Debes de saber que tu final es tan importante como tus comienzos. Nadie esperaba que Joás acabara de la forma que lo hizo, habiendo tenido un encuentro con Dios. De la misma forma, como usuario de este devocional, no espero que tu acabes en el infierno. Por lo tanto, debes de cuidar de tu convicción sobre Jesús hasta el final. Nunca des lugar a las falsas doctrinas y cualquier consejo que te haga pecar en contra de Dios.
REFLEXIÓN: Tu final es tan importante como tus comienzos, asegúrate de acabar bien.