Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

EL MILAGRO DE UNA SEMILLA 1

Memoriza: «Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.» Lucas 6:38

Lee: Juan 6:7 – 13

Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.

BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 7:1-8:20 Lucas 7:36-8:3

MENSAJE

La lectura Bíblica de hoy registra como Jesús ministró a la multitud que le seguía y les alimentó después de Su sermón con la comida de un chico. La Biblia registra que 5000 hombres fueron alimentados (a parte de mujeres y niños) con los panes de cebada y los dos peces. Ahora, la pregunta es, ¿solo este chico tenía comida consigo ese día? La respuesta es No.

Cuando la gente viene al Servicio del Espíritu Santo en el Campo de Redención, ellos normalmente compran comida y cosas para picar antes de comenzar el programa. Así que, puedo llegar a la conclusión de que algunas personas en la multitud ese día tenían algo que comer mientras que otras no. Sin embargo, el chico fue lo bastante considerado como para ar su comida cuando vio que Jesús lo necesitaba. La lección más importante es que incluso en la presencia de Dios, no todos los dedos son iguales. Si tienes el privilegio de tener comida para comer, ropas para vestirte, o un teléfono que usar, zapatos para ponerte, se amable con la gente que no tiene nada de nada. Entonces, observa cómo Dios multiplicará tu semilla para darte 12 cestas llenas de bendiciones.

REFLEXIÓN: Sé bueno con todo el mundo.