Memoriza: “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.” Juan 9:4
Lee: 1 Corintios 13:11
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
BIBLIA EN UN AÑO: Maros 5:21 – 43; Números 11 – 13
MENSAJE
Se asume erróneamente que el hijo más joven de cada familia está muy mimado. Bien, no tuve ese lujo como el último hijo de mi padre. En aquellos tiempos, mi padre estaba considerado la persona más pobre de mi aldea, pero trabajaba muy duro para asegurarse de que tuviera una buena educación. Él también enseñó a sus hijos el valor del trabajo duro. Dios nos creó para trabajar. Él mismo se ensució las manos cuando creó a Adán y a Eva del polvo de la tierra y los puso en el Jardín del Edén para trabajar. Génesis 2:15 dice;
"Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase."
La primera tarea de Adán fue nombrar a los animales. Si ves documentales de animales, entenderás la magnitud del trabajo que hizo Adán. Él nombró a todos los animales tanto terrestres como acuáticos incluyendo los insectos en todo el mundo. Él no delegó sus tareas a Eva. Por lo tanto, tú no tienes ninguna excusa. Desde hoy, deja atrás la pereza y deja de asignar tus tareas a tus hermanos o colegas, para que puedas convertirte en una persona competente y perfecta.
LLAMDA A LA ACCIÓN: Piensa en la cantidad de tareas que delegas normalmente a otra persona, ahora ve y hazlas tu mismo de ahora en adelante.