Devocional Cielos Abiertos

POR QUÉ PUEDES ESTAR SEGURO DE LA VICTORIA II

Memoriza: «Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?» Marcos 4:41

Lee: Marcos 4:35 – 41

Jesús calma la tempestad

35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?

BIBLIA EN UN AÑO: Juan 1 – 3

MENSAJE

La segunda razón por la que siempre puedes estar seguro de la victoria como hijo de Dios, es que nadie puede vencer a Dios por el mar. La Bilia dice que el viento y el mar le obedecen a Él. Mateo 8:27 nos dice:

«Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?»

Si el enemigo intenta luchar contigo en las aguas, mi Dios se encargará de ello. En Éxodo 14:21 – 28, mientras que los hijos de Israel estaban cruzando el Mar Rojo, el enemigo decidió seguirles, pero tan pronto como Faraón y su ejército llegaron al medio del mal, el Señor le dijo al mar que se cerrara.

Mientas que los discípulos estaban teniendo dificultades con la tormenta que estaba azotando el bote, Jesús estaba durmiendo. Cuando se despertó, Él declaró una palabra y la tormenta cesó )Marcos 4:35 – 41). Si los discípulos hubieran sido listos, hubieran dormido como Jesús lo hizo, sabiendo que no importa cómo de fiera sea la tormenta, no puede matar a Su creador. Incluso si el enemigo te amenaza en el mar, siempre y cuando seas un hijo de Dios, el Creador está en el bote contigo.

Dios envió a Jonás a Nínive, pero él se subió a un bote que iba a Tarsos. Una tormenta se levantó debido a la desobediencia y los pasajeros le echaron al mar, para salvar sus vidas, entonces un gran pez se lo tragó. Dios le dijo al pez así, «Esto no es comida para que te lo comas, esto es solo alguien que tiene que ser transportado a su destino original». Tan pronto como Jonás volvió a razones, Dios le ordenó al pez que lo vomitara en tierra seca (Jonás 1 – 2). Todos tus enemigos que quieren operar por el mar están perdiendo su tiempo, porque el Dios Todopoderoso controla las aguas y todo lo que hay en ellas. Él nunca les dejará ganar, siempre que seas Su hijo.

Una mujer vino a mi diciendo, «Señor, he encontrado al hombre con el que me quiero casar. Sin embargo, mi padre dijo que cuando yo nací, fui dedicada a los espíritus marinos, y el espíritu le dijo que mi esposo morirá el día que yo me case», yo le dije «Tengo a alguien que puede controlar los espíritus marinos porque Él controla el mar» Oré con ellos y se casaron. La siguiente vez que les vi, la pareja y su bebé estaban sanos y fuertes. No puedes ser vencido por el mar porque el viento y el mar deben de obedecer la palabra del Señor sobre ti.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre Celestial, Tú eres el Señor del mar y del viento; habla todas las tormentas en mi vida para que cesen ahora, en el poderoso nombre de Jesús.