Devocional Cielos Abiertos

ÉL TE ESCUCHA

Memoriza: «Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.» 1 Pedro 3:12

Lee: 1 Juan 5:14 – 15

14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

BIBLIA EN UN AÑO: Lucas 9 – 10

MENSAJE

A veces, cuando oramos, parece como si Dios no pudiera escucharnos. Quiero asegurarte hoy que, siempre y cuando estés orando con un corazón santificado, Dios puede escuchar cada palabra que tu le hables a Él.

«Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos» – Apocalipsis 5:8

Estos cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos que llevan nuestras oraciones están ahí justo en el trono de Dios. Nuestras oraciones son presentadas a Él. Esto significa que tus oraciones van directamente a la habitación del trono de Dios, para que Él las escuche cuando ores a Él hoy. Él probablemente ya te ha contestado pero pero tú no estás escuchando, porque estás tan obstinado por conseguir lo que quieres que no puedes escucharle. Puede ser que la respuesta está de camino y el momento adecuado aún no ha llegado. Cualquiera que sea la razón, Dios puede escuchar tus oraciones. No dejes de orar porque piensas que Él no te puede escuchar; Él escucha todas las oraciones. Algunas de las oraciones que hiciste hace muchos años se han manifestado en tu vida ahora, así que ora para tu futuro.

He descubierto que hay un tipo de oración que Dios responde de inmediato. A menos que la respuesta no sea buena para la persona que está orando, Dios contestará rápidamente, la oración de un corazón que le clama a Él. Por mucho tiempo, Anna había estado yendo a Silo pidiéndole a Dios un bebé, pero ella no recibió ninguna respuesta. En 1 Samuel 1:10 – 13, ella no vino simplemente a pedir, ella vino clamando de corazón por un milagro de parte de Dios. La Biblia dice que ella estaba hablando pero no se podía escuchar su voz.

Hace muchos años, fui testigo en la circuncisión de un bebé. Cuando su prepucio fue cortado, el niño gritó de dolor. Él lloró hasta el punto de que su voz no se podía escuchar. Ese es un clamor de corazón. Llegas al punto de enviar un clamor de corazón al cielo cuando ya no puedes soportar más la situación. cuando aún puedes lidiar con la sittuación, tu respuesta quizás se retrase, pero cuando decides que ya es suficiente y clamas a Dios desde lo más profundo de tu corazón por un milagro, Él no puede retrasar la respuesta a ese tipo de oración.

PUNTO CLAVE: Si tu eres un hijo de Dios, tus oraciones van directas a Él, sigue orando.