INTRODUCCIÓN
Cuando Dios le dijo a Moisés que le construyera un tabernáculo, Él insistió en que toda vasija importante en él debía de ser de oro puro. (Éxodo 37:2, 6, 16,17, 23, 24.). Ahora, nosotros somos el templo del Espíritu Santo y nuestro dios no ha cambiado, y Él no ha rebajado sus estándares. Él quiere que nosotros seamos puros como el oro. Que el Señor nos enseñe hoy, en el nombre de Jesús. Amén.
NO HAY LUGAR PARA LA IMPERFECCIÓN EN EL TEMPLO DE DIOS
Nuestro Dios es perfecto y a nosotros se nos ha ordenador ser perfectos también. (Mateo 5:48; Efesios 5:25-27; Santiago 1:27; 1Pedro 3:14; Apocalipsis 21: 27) De hecho, a menos que seamos perfectos, no podemos ser parte del cuerpo de Cristo, porque no hay lugar para nada que profane en el cielo (1 Juan 1:5). Dios es Luz pura y de la misma manera, nosotros debemos de ser así, puesto que somos Sus hijos, y debemos de ser como nuestro Padre. (Mateo 5:14; 1 Juan 3:6 – 9, Santiago 1: 17; Juan 19:4; 1 Juan 2:28-29)
SI DIOS TE AMA, ÉL TE HARÁ PERFECTO
Si Dios te ama y está decidido a llevarte al cielo, entonces Él te hará perfecto de una forma u otra. Puede ser a través del sufrimiento, reprendiéndote, la vara de corrección, el fuego que refina o si así lo deseas, a través de Su palabra.
Heb. 2:9-10; Heb. 5;8-9; Santiago 1:2-4; 1 Pedri 5: 10; Heb. 12:5-11; Proverbios 22:15; Malaquías 3:2-4; Zacarías 13:8-9; 1 Pedro 1:3-7; Heb.13:20-21; 1 Tim. 3:16-17; 11 Cor. 13:11; Efesios 4:13; Col. 1:28; 1 Pedro 5:6; Deu. 8:2; 11 Cor. 12: 21; Heb. 6:1.