Lee: Salmos 3:1 – 7
Oración matutina de confianza en Dios
Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo.
3 ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son los que se levantan contra mí.
2 Muchos son los que dicen de mí:
No hay para él salvación en Dios. Selah
3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
4 Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo. Selah
5 Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
6 No temeré a diez millares de gente,
Que pusieren sitio contra mí.
7 Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;
Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;
Los dientes de los perversos quebrantaste.
BIBLIA EN UN AÑO: Gálatas 5:1 – 26; Isaías 10 – 12
MENSAJE
He descubierto que una de las palabras que los jóvenes odian escuchar es «no hagas». Odias que te digan «no hagas esto o lo otro». Prefieres hacer las cosas a tu manera. Algunos jóvenes incluso dirán que prefieren cometer sus propios errores y aprender de ellos. Créeme honestamente, es mejor aprender de los errores de otros, de lo contrario, los eventos que se narran en la Biblia, no servirían de nada, porque se nos dan como instrucción y dirección, para que no cometamos nosotros los mismos errores que los personajes de la Biblia cometieron.
Como joven, tu también necesitas entender que se te dice que no hagas algo por tu bien, porque, si tienes la libertada de hacer lo que se te antoje sin una dirección adecuada, acabarás tomando malas decisiones que arruinarán tu presente y tu futuro. La historia de Adán y Eva en el Jardín del Edén es el ejemplo perfecto. Si se hubieran adherido a la instrucción que Dios les dio, quizás no hubiera habido sufrimiento, dolor, guerra, odio, muertes y todos los tipos de maldad que hay hoy en el mundo.
PUNTO CLAVE: Obedece las instrucciones porque son para tu propio bien.