Memoriza: « Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.» 1 Corintios 6:18
Lee: 1 Corintios 6:17 – 20
17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Corintios 12:1 – 21
MENSAJE
Una de las tentaciones más grandes a la que se enfrenta esta generación son los pecados sexuales. Esto es entendible. En mis tiempos, era muy difícil ver una mujer casi desnuda en una vaya publicitaria, pero en estos tiempos, incluso en los anuncios de pasta de dientes tienes a mujeres prácticamente desnudas. También, en mis tiempos, no había internet y la virginidad era algo que daba orgullo y gozo a la familia de la chica.
Sin embargo, no importa lo mucho que hayan cambiado los tiempos, la palabra de Dios no ha cambiado. Dios sigue odiando todo tipo de pecado porque es desobediencia a Él, y también maldad en contra de otras personas y uno mismo, particularmente el pecado de fornicación.
La Biblia nos advierte que no cometamos ningún pecado, pero cuando se trata de la fornicación, dice que huyamos de ella. José debió de entender este mandamiento claramente, así que no es de extrañar que huyera de la mujer de Potifar.
Se que con un teléfono con internet, puede ser difícil no ver algunas imágenes malas que te excitarán, pero te puedo decir lo que dice la Biblia: si tus ojos te hacen pecar, quítatelos (Mateo 18:9). En otras palabras, si un smartphone te conducirá al infierno, no lo uses. Si las malas compañías te harán fornicar, mejor estar sin amigos, después de todo, el mejor amigo sigue siendo Jesús.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Mira hacia arriba y mira en la palabra de Dios.