Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

EL HIJO OBEDIENTE

Memoriza: «Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;» Hebreos 5:8

Lee: Filipenses 2:6 – 12

el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Luminares en el mundo

12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,

BIBLIA EN UN AÑO: 2 Corintios 11:1 – 33; Eclesiastés 7 – 9

MENSAJE

Imagina que eres un filántropo muy rico, y que a pesar de tu fama y tu poder económico, se te pide arrodillarte ante un hombre probe para que haga algo por ti. Esto es lo que hizo Jesús. Su obediencia a Sus padres es un desafío para todo aquel hoy, particularmente los jóvenes, que se sienten que han llegado o conseguido algo y no necesitan reverenciar u obedecer a nadie. ¿Sabías que Sus padres eran pobres, sin educación y de la vieja escuela, y aún así, Él se sometía a ellos (Lucas 2:51)?

De nuevo, cuando Jesús era juzgado por Pilato, Él podía haber hablado por Sí mismo, aún así no lo hizo. Cuando fue crucificado, Él podía haber llamado a las legiones de ángeles simplemente para mostrar lo poderoso que Él es, pero no lo hizo. Él era humilde hasta el punto de la muerte. Desafortunadamente estos días, ves a gente joven que no tienen ningún poder ni han conseguido nada en la vida, y levantan sus hombros hablando de cualquier manera, hasta a los que son más mayores que ellos. Si yo fuera tú, aprendería de Jesús, que lo tenía todo, y aún así era lo suficientemente humilde tanto con Sus padres terrenales como con Su Padre Celestial. Su recompensa es lo que podemos ver en nuestro texto Bíblico de hoy.

PUNTO CLAVE: No importa lo listo, habilidoso, experimentado o espiritual que seas, obedece a tus padres.