Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

EL DIOS QUE NUNCA CAMBIA

Memoriza: «Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.» Hebreos 1:12

Lee: Hebreos 1:8 – 12

Mas del Hijo dice:

Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;

Cetro de equidad es el cetro de tu reino.

Has amado la justicia, y aborrecido la maldad,

Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,

Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

10 Y:

Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,

Y los cielos son obra de tus manos.

11 Ellos perecerán, mas tú permaneces;

Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,

12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados;

Pero tú eres el mismo,

Y tus años no acabarán.

BIBLIA EN UN AÑO: Romanos 15:1 – 33; Salmos 105 – 106

MENSAJE

En Mateo 26:36 – 46, Jesús se separó de Sus discípulos en el Jardín de Getsemaní para buscar el rostro de Dios en cuanto a Su muerte en la cruz. Él oró apasionadamente hast que Su fuerza física dio lugar a la fuerza supernatural. De hecho, Él gimió en oraciones hasta que Su sudor se volvió tan espeso como la sangre. Él repitió la misma petición de oración tres veces, aún así Dios no cambió de parecer. De esto, podemos aprender que ninguna cantidad de oración puede causar que Dios niegue Sus planes o propósito para tu vida. En vez de perder tu tiempo y esfuerzos orando para que Dios cambie Su palabra, pídele saber Su voluntad y pídele que te de una gracia especial para estar en sintonía con ello.

Recuerdo cuando mi esposa y yo ayunamos y oramos por catorce días, pidiendo que Dios cambiara de parecer en cuanto a elegirnos para ser pastores, no solo eso sino que yo había sido llamado a ser Pastor Presidente, pero Dios no contestó. Malaquías 3:6 dice.

"Porque yo Jehová no cambio..."

La personalidad de Dios y Sus palabras no pueden cambiar. Sin embargo, Él puede decidir cambiar una situación si lo ve conveniente. ¿Te ha prometido Dios algo? Sigue creyendo en Él, alábale, ten más comunión con Él, estudia Su palabra y permanece firme en fe.

PUNTO CLAVE: Todo estará bien contigo siempre, porque Dios nunca cambia.