Memoriza: « quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.» 1 Pedro 2:24
Lee: Salmos 103:1 – 3
Alabanza por las bendiciones de Dios
Salmo de David.
103 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 Él es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
BIBLIA EN UN AÑO: Proverbios 24 – 27
MENSAJE
El Dios Todopoderoso sigue estando en el asunto de sanar a todos los que vayan a Él en fe. Tan pronto como Jesús volvió de predicar el Sermón del Monte, se encontró un leproso en el camino, que le pedía ser sanado. Jesús no le rechazó, Mateo 8:3 dice:
"Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció."
Si hay una enfermedad en tu cuerpo, mi Padre – El Creador de todas las cosas – es capaz de sanarte y Él lo hará hoy, en el nombre de Jesús.
Una mujer vino a una de nuestras reuniones. Ella tenía una enfermedad rara; todo lo que comía, lo vomitaba. Ella había ido a muchos doctores, pero todos decían que no podía encontrar nada en su cuerpo, aún así ella seguía sufriendo. No habíamos ni empezado a orar por ella, solo estábamos gritando «Aleluya», y ella abrió su boca para gritar también «Aleluya», y algo como un gusano salió de su boca. Ella fue sanada al instante. Si hay una enfermedad en tu cuerpo, al gritar «Aleluya» , Dios te va a sanar al instante, en el nombre de Jesús.
Todas las personas que estuvieron en contacto con Jesús fueron sanadas. Si alguna persona venía a Él para ser sanado, Jesús nunca la rechazaba. Una vez, Jesús estaba en una reunión muy seria, cuando el gobernador de la sinagoga que se llamaba Jairo vino a Él. La hija de Jairo estaba enferma y él quería que Jesús fuera a sanarla. Jesús no le dijo que estaba muy ocupado; Él fue con él para sanar a su hija. Jesús nunca está demasiado ocupado para atender tu salud. Si clamas a Él, él vendrá y te sanará.
¿Cuál es la enfermedad que parece insuperable? ¿Cuál es la dolencia en tu vida que los doctores están diciendo que no tiene cura? Mi Padre está sanándolo ahora en el nombre de Jesús. Mira hacia Jesús. Ven a Jesús para recibir tu sanidad y confía en Él. No hay enfermedad o dolencia que sea demasiado difícil para que Jesús la sane. Si el pudo resucitar a Lázaro, quien había muerto y había estado en la tumba por cuatro días, Jesús puede sanarte a ti también. En el poderoso nombre de Jesús, recibe tu sanidad ahora!.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre Celestial, oro porque Tu mano sanadora esté sombre mi cuerpo ahora, para que yo me levante para glorificar Tu Santo Nombre, con mi salud, en el nombre de Jesús.