Memoriza: «En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.» Génesis 22:18
Lee: 2 Reyes 6:11 – 17
11 Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel? 12 Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta. 13 Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí que él está en Dotán. 14 Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad.
15 Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? 16 Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. 17 Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
BIBLIA EN UN AÑO: Hechos 15:22 – 41; Job 40 – 42
MENSAJE
En la lectura Bíblica de hoy, el siervo de Eliseo disfrutaba de la misma protección que su maestro por asociación. Uno de mis hijos dice a menudo que tu asociación determina tu localización, lo que significa que lo que viene a tu vida es el resultado de la gente con al que te rodeas. Cuando Dios hizo el pacto con Abraham, Él propuso que la bendición fuera más allá de él y Él se aseguraría de que a través de su semilla, todas las naciones de la tierra serían bendecidas. Hoy, cualquier que cree en Jesús se convierte en la semilla de Abraham y por extensión, disfruta de las bendiciones de Abraham (Gálatas 3:13 – 14).
Como hijo de Dios, ten cuidado con aquellos que con los que te juntas o asocias, porque sus bendiciones o maldiciones se te pueden pegar. Cuando Dios le pidió a Abraham que dejara la casa de su padre, él se llevó a Lot consigo. Dios no cumplió Su promesa en la vida de Abraham hasta que él se separó de Lot. Hay algunas relaciones que impedirán el mover de Dios en tu vida. Así pues, si estás enredado con la persona equivocada, sepárate de esa personas ahora. Vuelve a Dios y construye un relación con Él, para que Él pueda guiarte en con quien debes asociarte de ahora en adelante.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Rompe cualquier asociación negativa en tu vida, y no mires atrás.