Memoriza: «Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.» Lucas 12:15
Lee: Lucas 12:13 – 15
El rico insensato
13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
BIBLIA EN UN AÑO: Juan 11:18 – 57; 1 Crónicas 26 – 27
MENSAJE
Uno de los desafíos de los niños del siglo 21 (milenials) es la codicia. Quieren tener lo que otros tienen por prestigio o para alimentar su avaricia de comparación. Esto ha sido incrementado por las redes sociales donde las personas muestran solo su apariencia, viviendo vidas falsas y realizando competiciones poco saludables solo por obtener la aprobación de la sociedad.
Querer lo que otros tienen no es malo pero estar desesperado por tenerlas es codicia. Algunos incluso cometerán crímenes solo por tener lo que otros tienen. Esto no es bueno. Sin embargo, la Biblia nos anima a codiciar solo regalos espirituales. Esto significa que si tu amigo tiene la habilidad de resucitar a los muertas, sanar a los enfermos, profetizar, etcétra, a ti se te permite orar persistentemente porque Dios te dote con estos dones, para que tú también puedes edificar al Cuerpo de Cristo.
Desafortunadamente, los hijos de Dios codician posesiones mundanas. ¿Hasta donde has llegado en esta competición insana? No tires tu salvación, tu paz y tu gloria por la borda, por las vanidades de este mundo. Vuelve sobre tus pasos hoy en oración.
PUNTO CLAVE: Codicia los dones espirituales y no las posesiones mundanas.