Devocional Cielos Abiertos

TEN CUIDADO CON LOS HIPÓCRITAS

Memoriza: «Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo.» Proverbios 23: 7

Lee: Lucas 7:36 – 40

Jesús en el hogar de Simón el fariseo

36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. 39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.

BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 8 – 10

MENSAJE

En la lectura Bíblica de hoy, un Fariseo invitó a Jesús a su casa para comer. Sería correcto concluir que este Fariseo era un firme creyente en Jesús como el verdadero hijo de Dios, pero esto no era así. De toda la gente en la casa ese día, era este Fariseo – el anfitrión, el que pensaba en su corazón que Jesús no era un verdadero profeta cuando la mujer con el perfume de alabastro lavó Sus pies. Esto muestra que el Fariseo no era realmente un firme creyente en Jesús en primer lugar, aún así actuó como si lo fuera. Para empeorar las cosas, después de que el Fariseo concluyera en su corazón que Jesús no había sido enviado por Dios, Jesús le llamó y él respondió, «Maestro» Que hipócrita!. Cara al exterior él le llamó a Jesús Maestro, pero en su interior él dijo «Este hombre no es un hombre de Dios»

Estoy seguro de que tú tienes una o dos personas como este Fariseo a tu alrededor. Oro para que el Dios Todopoderoso te revele quienes son esas personas, en el nombre de Jesús. Gracias a Dios que Jesús discernía mucho, Él supo enseguida lo que el Fariseo estaba pensando. Muchas personas se han convertido en víctimas de sus enemigos porque pensaron que éstos eran amigos. Que ese no sea tu caso, en el nombre de Jesús. Ten cuidado con las personas que se llaman a si mismos tus amigos. No importa lo bien que se porten contigo, no toda victoria se celebra en público, porque la celebración puede avivar su odio por ti aún más y hacer que planeen un ataque en contra tuya. Si no me crees, pregúntale a José. José siempre se apresuraba en contarle a sus hermanos sus sueños. Él pensaba que puesto que eran sus hermanos, ellos estarían contentos por él, pero estaba equivocado.

Si, es importante que compartas testimonios sobre la bondad de Dios en tu vida, pero debes de buscar la sabiduría divina para saber lo que puedes compartir y cuando compartirlo, ya que no todo el mundo se alegrará por ti. Debes también guardar siempre ciertos secretos para ti, especialmente cuando el que otras personas conozcan tus secretos, pueda afectar considerablemente tu vida y tu destino.

Sansón pensó que Dalila era su amiga. Ella aparentaba estar verdaderamente enamorada de él, y él se sintió relajado en su compañía. Él le contó el secreto de su fuerza y esto le llevó a la destrucción, porque ella le reveló este secreto a sus enemigos (Jueces 16:18 – 21). Algunas personas que dicen sentir un gran aprecio por ti, puede que en realidad sean amigos de tus enemigos; no compartas tus secretos con ellos.

PUNTO CLAVE: o todo el mundo que te llama amigo es realmente tu amigo.