Memoriza: «porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.» Romanos 2:13
Lee: Santiago 1:19 – 25
Hacedores de la palabra
19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.
BIBLIA EN UN AÑO: Lucas 11: 29 – 54; Rut 1 – 4
MENSAJE
Hay dos clases de usuarios de la Biblia – los oidores, y los oidores que también son hacedores. Solo puedes pertenecer a uno de estos grupos. Muchos jóvenes pasan el tiempo escuchando audio o video mensajes, atienden a los servicios de la Iglesia y hacen intensos estudios Bíblicos. Aunque todo esto es muy bueno, esto no es lo fundamental.
Cuando escuchas o lees las Escrituras, esto se queda en tu mente. Si lo dejas ahí por un tiempo, sin hacer nada más, perderá su significado para ti. Si deseas que la palabra tenga un impacto significativo en ti, debes de ir más allá y convertir lo que has leído en acciones.
Pasa tiempo de calidad meditando en la palabra que has escuchado para que te resulte fácil obedecer. También, cuando meditas en la palabra de Dios, tú te estás predestinado a tener revelaciones más profundas, las cuales te ayudarán a practicarlo. Ten en cuenta que Dios no bendice a los que escuchan la palabra, sino a aquellos que la escuchan y actúan en la palabra.
PUNTO CLAVE: Por lo tanto, conviértete en un hacedor de la palabra de Dios.