Memoriza: «Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió» Números 11:2
Lee: Números 11:1 – 3
Jehová envía codornices
11 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. 2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió. 3 Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.
BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 27 – 29
MENSAJE
La intercesión puede describirse simplemente como el acto de decir una oración o hacer una declaración en nombre de otra persona o grupo de personas. El ministerio de intercesión es tan antiguo como la historia de la humanidad misma, y puede venir en diferentes formas. Por ejemplo, en Génesis 4:15 vemos a Dios intercediendo por Caín – un asesino:
«Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.»
En la lectura Bíblica de hoy, vemos al representante de Dios (Moisés), intercediendo por Israel cuando el juicio de Dios cayó sobre ellos. La ira del Señor se encendió en contra de los hijos de Israel porque se comportaron mal. Ellos clamaron al representante de Dios que había en medio de ellos, quien a su vez clamó al Señor, y el resultado fue muy gratificante.
Hay muchas lecciones en esta historia, que destacan los beneficios de la intercesión. La primera es que es una bendición tener a una persona a la que Dios escucha de tu lado. Esto nos dice el tipo de Líder de Iglesia que debemos elegir para nosotros mismos. La segunda es que una cosa es tener un líder al que Dios escucha, y otra cosa es ser capaz de presentarte delante de esa persona con tus problemas. Los hijos de Israel clamaron a Moisés y él fue y clamó a Dios. La tercera lección que debemos aprender aquí es que los hijos de Israel eligieron clamar a Dios a través de Moisés porque sabían que sus pecados impedirían que Dios les escuchase. Isaías 59:1 – 2 dice que la iniquidad hará que Dios esconda Su rostro y no escuche a los pecadores. La cuarta lección es que debemos de vivir una vida que nos haga tener acceso directo a nuestro Padre Celestial. La Biblia dice, «Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo» – Hebreos 10:19
Con Jesús en nuestras vidas, podemos interceder de manera efectiva y obtener la atención y el favor de Dios.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, acércame más a Ti para que pueda tener libre acceso a Tu trono de gracia, en el nombre de Jesús.