Memoriza: «Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.» Éxodo 5:2
Lee: Éxodo 3:1 – 14
Llamamiento de Moisés
3 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. 2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. 6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. 9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. 10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. 11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? 12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
13 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? 14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 4 – 6
MENSAJE
A menudo le he dicho a mis hijos que la fuerza de cualquier declaración o promesa debe de medirse basado en la identidad del que la pronuncia.Por lo tanto, cuando la Biblia en Filipenses 4:19 dice, «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.», la respuesta correcta sería examinar la identidad del que está hablando. Si Dios ha de suplir nuestras necesidades conforme a Sus riquezas en gloria, y él es el que gobierna todo el universo, entonces sabes que ha sido llamado para algo grande.
Cuando el Señor de los ejércitos, Aquel que nunca a perdido una guerra dice en Isaías 54:17, « Ninguna arma forjada contra ti prosperará…» puedes relajarte y aceptar Su palabra como un seguro garantizado. Cuando Aquel que no descansa ni se duerme promete cuidar de ti y tu familia, puedes descansar confiando en Su promesa. Cualquier cosa que salga de la boca de Aquel que es más grande que el más grande, más viejo que el más viejo, y más rico que el más rico, y más sabio que el más sabio, debe de considerarse como confiable y fiable. La Biblia dice en 2 Corintios 1:20, « porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.» , Salmos 119:89 dice, «Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos.»
Muchos reyes y personas poderosas que eligieron la tarea de hablar de manera arrogante en contra de Dios y Su pueblo en el pasado, acabaron lamentándose de sus declaraciones insensatas. Faraón murió en el Mar Rojo (Éxodo 14), a Herodes se lo comieron los gusanos (Hechos 12:23), Nabuconodosor fue degradado y destronado hasta que confesó que el Dios Altísimo gobernaba en el reino de los hombres, y que Él pone sobre él al que le place. (Daniel 5:21).
Necesitamos preguntar sobre la personalidad detrás de cualquier cosa que escuchamos antes de actuar sobre ellos. Aún más importante, necesitamos encontrar la fuente de las enseñanzas y las declaraciones proféticas en estos días, antes de actuar o siquiera compartirlas en las redes sociales. Sin embargo, una vez confirmadas, no debemos de tardar en actuar conforme a la palabra de Dios, no importa lo ilógica que pueda parecer.
Creen en Dios y en Sus profetas y te irá bien. (2 Crónicas 20:20).
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, que Tu palabra sea lo único que dirija mi vida en el nombre de Jesús.