Escuela Dominical

LA PERSPECTIVA DE LA AUTO-DEFENSA

VERSÍCULO A MEMORIZAR: «Exalten a Dios con sus gargantas, Y espadas de dos filos en sus manos,» Salmos 149:6

PASAJE BÍBLICO: Lucas 22:35 – 38

Bolsa, alforja y espada

35 Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron: Nada. 36 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. 37 Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento. 38 Entonces ellos dijeron: Señor, aquí hay dos espadas. Y él les dijo: Basta.

INTRODUCCIÓN

Como Cristianos, creemos que Dios es capaz de protegernos tanto de los ataques físicos como de los espirituales (Salmos 7:10; Zacarías 12:8). Debemos de ser confiados y dependientes como niños pequeños, con Dios y Él debe ser nuestra fortaleza y seguridad (Salmos 28:2). Sin embargo, en el mundo hoy en día, el crimen y la violencia están aumentando. Los Cristianos son como corderos en medio de lobos (Mateo 10:16). En la mayoría de los casos, son los más vulnerables, en parte por el mandato de Cristo en Mateo 5:39 y por las palabras de Pablo en Romanos 12:17 – 21.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LA AUTO-DEFENSA?

La auto – defensa se define como «protegerse a uno mismo de ser herido por otros». La auto – defensa implica preservar nuestra propia salud, vida, y propiedades cuando son amenazadas por las acciones de otras personas (Nehemías 4:7 – 23; Lucas 11:21).

Hay una diferencia entre la auto-defensa y la venganza, el contraataque o las represalias. El mandamiento de Jesús de «pon la otra mejilla» (Mateo 5:39) tiene que ver con nuestra respuesta a los ataques personales y las ofensas. Algunas situaciones pueden hacer que la auto-defensa sea necesaria, pero en ningún caso el contraataque o las represalias. El contexto del mandato de Jesús es Su enseñanza en contra de la idea del «ojo por ojo y diente por diente» (versículo 38). Nuestra auto – defensa no es una reacción vengativa hacia una ofensa. De hecho, muchas ofensas pueden ser simplemente absorbidas por la paciencia y el amor (Romanos 12:17 – 21).

La Biblia nos da algunas claves sobre la actitud de Dios hacia la auto – defensa: «Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte. Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto.» (Éxodo 22:2 – 3). Dos principios básicos que se enseñan en este texto son el derecho a poseer propiedad privada y el derecho a defender esa propiedad. También, Jesús explícitamente ordena a Sus seguidores que compren una espada, incluso si tienen que vender su manto para hacerlo (Lucas 22:35 – 38).

Jesús sabía que llegaría un momento en el que Su seguidores serían amenazados, y Él sostuvo el derecho de ellos a defenderse. Sin embargo, Jesús le dijo a Pedro que no usara la espada porque Él debía de ser arrestado, juzgado y morir (Mateo 26:51 – 52). Jesús tomo medidas prudentes para protegerse de los ataques hasta que llegó Su hora de morir.

¿QUÉ DEBE HACER UN CRISTIANO?

La Biblia nunca prohibe la auto – defensa (Salmos 144:1), y los creyentes pueden defenderse y defender a sus familias (1 Samuel 30:1 – 8; Hechos 7:24). El uso correcto de la auto – defensa tiene que ver con la sabiduría, el entendimiento y el tacto. Debemos de tener la sabiduría que viene del Cielo en cuanto a cuando defenderse de un ataque y cuando no, para no empeorar una situación que ya es peligrosa (Santiago 1:5; 3:17).

El ejercicio completo del derecho a la auto – defensa depende de la situación. Nadie debe de ser demasiado rápida en usar la fuerza letal en contra de otra persona, incluso de alguien que quiere realmente hacernos daño. Se espera que la fuerza letal sea el último recurso ante un ataque por sorpresa, en un escenario de pánico, donde la víctima está confundida y desorientada. Una persona piadosa debe de tratar de refrenar o reducir al atacante en vez de decidir utilizar la fuerza letal de inmediato.

Es importante que todo Cristiano pase por algunos entrenamientos básicos en seguridad y auto – defensa.

CONCLUSIÓN: El pastor arriesga su vida combatiendo con animales salvajes que amenazan a su rebaño (1 Samuel 17:34 -36). Un pastor pacifista o miedoso pronto se quedará sin rebaño.

PREGUNTAS

  1. ¿Qué dice la Biblia sobre la auto – defensa?
  2. ¿Deben los Cristianas defenderse en contra de los ataques físicos?

OTRA LECTURA

  • LUNES: Nehemías 4:7 – 23
  • MARTES: Mateo 5:3
  • MIÉRCOLES: Romanos 12:17 – 21
  • JUEVES: Éxodo 22:2 – 3
  • VIERNES: Lucas 22:35 – 38
  • SÁBADO: Mateo 17:22 – 23
  • DOMINGO: Salmos 144:1

TAREA: Menciona cinco personajes de la Biblia que fueron atacados físicamente y cómo respondieron al ataque. Da referencias bíblicas de cada uno.