Devocional Cielos Abiertos

VIVIENDO EN GLORIA II

Memoriza: «Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.» Salmos 37:5

Lee: Génesis 26:12 – 14

12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. 13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. 14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.

BÍBLIA EN UN AÑO: Levítico 17 – 18

MENSAJE

La gloria cancela a la vergüenza. En donde quiera que la gloria de Dios está presente, la vergüenza desaparece. Por lo tanto, cualquier cosa que es vergonzosa, embarazosa o humillante – como la enfermedad, la pobreza, una estilo de vida pecaminoso, la apostasia, la atadura, y el fracaso, no deben de ser identificadas o encontradas en un hijo de Dios.

La pobreza está directamente asociada con el hambre, la desnudez, el no tener un techo donde vivir, el pedir limosna, y el vagabundear. De hecho, la pobreza es malvada, y tiene una forma de deshumanizar a las personas. Sin embargo, ser un hijo de Dios, o ir a los servicios o los programas de la iglesia, no nos hacen automáticamente exentos de pobreza. Para estar libre de la pobreza, debes de ser completamente obediente a Dios. En la lectura Bíblica de hoy, Isaac estaba decidido a buscar pastos más verdes en Egipto para escapar de la terrible hambruna en la tierra. El Señor sin embargo, le advirtió que no diera ese paso, entonces el Señor le mostró dónde debía morar. Isaac obedeció y Dios le bendijo grandemente, como vemos en Génesis 26:12 – 14.

"Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.  El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia."

En esencia, la Biblia está diciendo que Isaac cosechó el fruto de su obediencia. Además, para estar libre de la pobreza, uno debe de ser diligente en sus negocios. A pesar de las promesas de bendiciones abundantes de Dios en Génesis 26:3, Isaac no se quedó de manos cruzadas, esperando el milagro. Él cultivó, sembró y labró duramente el campo, entonces el Señor cumplió Su promesa bendiciendo su trabajo. También, debemos de perseverar ante los obstáculos en nuestro camino para conseguir nuestro éxito. Siempre hay un intervalo entre la siembra y la cosecha. Es normalmente un periodo en el que los obstáculos y los desafíos vienen a ti por todos lados; se requiere mucha perseverancia para vencer en esos momentos.

Finalmente, no debes de robar los diezmos de Dios, los primeros frutos, y las ofrendas. La obediencia en todas las cosas es necesario para vivir una vida gloriosa libre de pobreza, vergüenza, y todo tipo de males.

PUNTO DE ORACIÓN. Padre, por favor, que Tu gloria llene mi vida y líbrame de la pobreza en el nombre de Jesús.