Memoriza: «Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.» Lucas 9:23
Lee: Mateo 22:35 – 40
35 Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:
36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 30 – 31
MENSAJE
Un hermano estaba discutiendo conmigo sobre cómo había decidido estar muy comprometido con la obra del Reino. Yo sabía que probablemente sólo estaba tratando de impresionarme, así que le hice un pequeño test para ver cuán serio era en su compromiso con los asuntos del Reino. Le dije que la iglesia necesitaría su coche para hacer una cruzada el próximo día lunes. Él protestó inmediatamente diciendo que él también necesitaría el coche para ir al trabajo. Entonces le dije que no tenía ni idea de lo que era el compromiso total hacia Dios y los asuntos de Su reino. Fue entonces cuando le expliqué que nosotros ya habíamos provisto para todos los vehículos que se iban a necesitar para la cruzada. Seguí diciéndole que solo quería probar si lo que decía sobre su compromiso con Dios era real y genuino.
En nuestra lectura Bíblica de hoy, nuestro Señor Jesucristo basó nuestro compromiso como Sus discípulos en un gran pilar llamado amor – amor por nuestro Padre en el cielo y amor por nuestros vecinos. Nuestro compromiso de amar hace mucho para cumplir la ley eterna y universal. El amor es sin embargo, tan costoso que incluso nuestro Padre en el cielo pagó un gran precio para demostrarlo al mundo para nuestra salvación.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." - Juan 3:16
De la misma manera, cuando estamos comprometidos a amar a nuestros vecinos, suceden muchas cosas positivas en el mundo. Primeramente, guardar los mandamientos de Dios será muy fácil. Nuestro amor por Dios nos refrenaran de enfadarle a través del pecado. David escribió: «De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra.»(Salmos 119:101). La santidad es el precio que todos debemos de pagar para se parte del Reino de Dios. Además, nuestro compromiso con la santidad quizás sea muy caro porque debemos de estar preparados para pagar el precio de la persecución, de acuerdo con 2 Timoteo 3:12. Ser un discípulo y amigo de Jesús implica un precio, de acuerdo con Marcos 10:30.
Amado, ¿Estás comprometido con ganar almas, dar para los proyectos del Reino y con la santidad? Te felicito si lo estás porque no perderás tu recompensa, en el nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a aumentar mi compromiso con la santidad y los proyectos del Reino, en el nombre de Jesús.