Memoriza: « Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.» Mateo 5:6
Lee: Juan 6:35 – 37
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 6; Génesis 18 – 19
MENSAJE
Cualquier que tiene hambre de justicia será saciado porque Jesús dijo en Juan 6:35 que Él es el pan de vida y cualquier que tiene hambre y sed de Él será saciado.
Tener hambre de justicia significa anhelar de Dios. También significa buscarle de todo corazón, y quererle más que a la vida. Esto es lo que le dio a David el título de «Varón conforme al corazón de Dios» (Hechos 13:22). David comparó su anhelo por Dios al del ciervo que anhela el agua (Salmos 42:1).
Hay investigaciones que han mostrado que el ciervo suda mucho, lo que resulta en picores en su cuerpo. Cuando el cuerpo del ciervo le produce picor, se desespera por meterse dentro del agua para calmar su piel. En esos momentos, el ciervo tomará cualquier riesgo en el bosque solo por conseguir agua.
Este es el tipo de desesperación por justicia que Dios espera de cada uno de Sus hijos. Él espera de nosotros que tengamos hambre de justicia, ya que Él es la justicia personificada.
En vez de anhelar la comida y las cosas materiales, anhela la justicia y observa como Dios proveerá todo lo demás, como ha prometido en Su palabra (Mateo 6:33). Ten sed de justicia y obtén el agua de vida que fluye desde el trono de Dios.
PUNTO CLAVE: Todo aquel que tenga hambre y sed de justicia será saciado tanto espiritual como físicamente.