Memoriza: «Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.» Salmos 126:1
Lee: Esdras 9:5 – 9
5 Y a la hora del sacrificio de la tarde me levanté de mi aflicción, y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, me postré de rodillas, y extendí mis manos a Jehová mi Dios, 6 y dije:
Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo. 7 Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos vivido en gran pecado; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a espada, a cautiverio, a robo, y a vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día. 8 Y ahora por un breve momento ha habido misericordia de parte de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos un lugar seguro en su santuario, a fin de alumbrar nuestro Dios nuestros ojos y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre. 9 Porque siervos somos; mas en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que inclinó sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en Judá y en Jerusalén.
BIBLIA EN UN AÑO: Zacarías 8 – 14
MENSAJE
La restauración presupone que algo falta o se ha producido una pérdida, normalmente la pérdida de algo bueno – ya sea espiritual o físico. Hay algunas personas en la Iglesia hoy en día que han apostatado y necesitan restauración divina. El peligro de la apostasia es que la persona, a menudo, puede que sea reticente a dejar sus caminos pecaminosos (Proverbios 14:14) y quizás se haya entregado a una mente reprobada (Romanos 1:28), si tu has apostatado. Oro porque vuelvas sobre tus pasos hoy, en el nombre de Jesús.
Cuando una persona pierde en su salvación, muchas cosas desagradables se suceden. Como en el caso de Ezra y su gente en la lectura Bíblica de hoy, hubo una corrupción de virtudes.
¿Qué debe hacer una persona o una nación que ha apostatado para ser restaurado? Como Ezra oró en penitencia en nombre de su nación en nuestra lectura Bíblica de hoy, un apóstata también debe de hacer penitencia y humillarse delante de de Dios. Salmos 51:17 dice;
"...Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios"
Pablo dijo en 2 Corintios 7:10;
"Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;"
En otras palabras, cuando estás triste por tus pecados y los confiesas y te apartas de ellos, tu estás experimentando restauración (Proverbios 28:13). Cuando tu te arrepientes, estás realizando un giro completo y alejándote de tu pecado. Ezra advirtió al pueblo en cautividad que nunca volvieran a los pecados que les llevaron a ese estado en primer lugar. Él les instruyó para que dejaran la contaminación de los matrimonios entre personas de distinta fe también (Ezra 9:12). Esta es una lección muy importante para este mundo (Romanos 12:1- 2), pero más bien debemos de salir del ambiente de pecado, para aguantar, y separarnos para Dios (2 Corintios 6:14 – 18).
Cuando obedezcamos la palabra de Dios, nuestra restauración será completa y permanente. ¿Has sufrido alguna pérdida espiritual, física, material, o de cualquier otro tipo? Puedes experimentar restauración divina si tan solo te arrepientes hoy y vuelves al Señor.
Oro para que el Dios Todopoderoso restaure todo lo que has perdido en tu vida, en el nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, restaura todo lo que he perdido, en el poderoso nombre de Jesús.