Memoriza: «El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.» Proverbios 13:3
Lee: Proverbios 21:23
El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias.
MENSAJE
Hablar demasiado es malo. No puedes ser un vencedor si no puedes controlar tu lengua. Cuando tengas un problema y sientas la necesidad de hablar con alguien, te aconsejo que vayas a un lugar tranquilo y tengas una conversación con Jesús.
Hubo un tiempo en el que tenía que a un viaje misionera por Cambia, en compañía de algunas mujeres. La noche antes, el Señor me mostró una visión muy inquietante y el asunto estuvo en mi mente toda la noche hasta el amanecer.
No me di cuenta de que mi preocupación se reflejaba en mi rostro hasta que una de las mujeres me preguntó que cuál era el problema. Estaba a punto de hablar cuando el Espíritu Santo me advirtió, así que dije, no es nada que Dios no pueda manejar.
Lo ves, las personas muestran preocupación por diferentes razones: para tener algo de lo que cotillear, para que otros se sientan más cercanos a ti, o para reírse de ti con desprecio; muy pocas personas quieren realmente ayudar o conducirte a alguien que te pueda ayudar.
Tienes que saber con quien puedes compartir tus problemas, lo mejor que puedes hacer es hablar con Jesús.
PUNTO CLAVE: Dios no hará una foto de tu conversación para enseñársela a otra persona.