Memoriza: “Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.” Salmos 121:2
Lee: Salmos 121
Jehová es tu guardador
Cántico gradual.
121 Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal;
El guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.
BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 45 – 50
MENSAJE
Cuando hubo una hambruna en Samaria, dos mujeres conspiraron para turnarse y matar a sus hijos como comida. Después de comerse al hijo de la primera mujer, la otra se negó a entregar al suyo como comida. La primera mujer clamó al rey por ayuda pero él le contestó, según 2 Reyes 6:27 “…Si no te salva Jehová, ¿de dónde te puedo salvar yo? ¿Del granero, o del lagar?“
El salmñista tiene razón al decir que su ayuda viene del Creador del cielo y la tierra, según nuestro versículo a memorizar de hoy. La verdadera ayuda viene de lo alto. El Señor dijo en Salmos 50:16 “E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.”
Muchas personas sin embargo, confían en otros humanos, para su decepción. La Biblia nos desanima de poner nuestra confianza en las personas. Jeremías 17:5 dice “Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.” Mientras que el versículo 7 del mismo capítulo dice “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.“
Hace muchos años, alguien escuchó que yo estaba construyendo una casa y ésta persona se ofreció voluntaria para suministrar los ladrillos, puesto que tenía una fabrica de ladrillos, así que me ofreció pagar como mejor me conveniera. En e momento de que este hombre se dio cuenta de que ya estaba poniendo el tejado a la casa empezó a perseguirme para que le pagara los ladrillos que me había suministrado, en vez de honrar su acuerdo de que yo pagara cuando mejor me convenga. Le recordé que él fue el que se ofreció y me dijo que podía pagar como mejor me convenga, pero en vez de eso me estaba diciendo que pagara de inmediato. Clamé a Dios por ayuda con la promesa de que nunca más cometería una equivocación parecida, y Él me rescató.
Amado, yo profetizo sobre tu vida que la ayuda que no te dejará expuesto a hacer el ridículo después venderá a tu camino en este tiempo, en el nombre de Jesús.
Pero sin embargo, debes de poner tu confianza en el Señor; debes decidir no tener un Plan B para tu Presente Auxilio – el Dios Todopoderoso. Aún más importante, debes de rendir tu vida totalmente a Jesucristo y abstenerte de toda apariencia de maldad de acuerdo con 1 Tesalonicenses 5:22.
El Señor te mandará ayuda desde lo alto, en el poderoso nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor mándame ayuda desde lo alto hoy y no permitas que yo sea avergonzado, en el nombre de Jesús.