Devocional Cielos Abiertos

UNA AYUDA MUY PRESENTE

Memoriza:«E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.» Salmos 50:15

Lee: 1 Samuel 1: 9 – 20

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,

10 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.

11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

12 Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella.

13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.

14 Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.

15 Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

16 No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.

17 Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.

18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.

19 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.

20 Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Crónicas 11 – 15

MENSAJE

Cuando un hijo de Dios se enfrenta a un desafío en la vida, todo lo que tiene que hacer es clamar al Señor en oración. Cuando Jesús estaba viajando en un barco con Sus discípulos, una gran tormenta empezó a soplar y los discípulos tenían miedo. La Biblia dice «Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: !!Señor, sálvanos, que perecemos!» (Mateo 8:25)

Lo bueno en cuanto a clamar a Dios en tiempo de tribulación es que Él está más que dispuesto y preparado para la ocasión. La Biblia sigue diciendo « El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.« (Mateo 8:26)

Algunos Cristianos pretenden que todo está bien incluso en la presencia del Señor, mientras que quizás están teniendo serios problemas espirituales, de saludo, materiales, e incluso financieros. En el caso de los discípulos sin embargo, ellos clamaron al Señor por ayuda; ellos le dijeron exactamente como se sentían con respecto a la tormenta. Jesucristo respondió a el clamor de ellos e hizo que la tormenta cesara. La tormenta en tu vida cesará hoy milagrosamente, en el nombre de Jesús.

En nuestra lectura Bíblica de hoy, vemos lo que una persona debe hacer cuando necesita un milagro. Ana necesitaba un milagro, pero cada año, ella había estado yendo al Silo hasta que llegó el maravilloso año en el que se dio cuenta de que necesitaba hacer lo que no había hecho antes – una oración ferviente y de corazón. A veces cuando veo a algunos de mis hijos orar durante varios programas en el Campo de redención, me regocijo porque el tempo de las oraciones significa que ellos tienen una necesidad urgente por un milagro.

Dios ha prometido que nunca abandonará a Sus hijos, así que, siempre que estés enfrentándote a un desafío, clama a Él y Él te responderá. Salmos 46:1 dice;

"Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones."

Siempre me emociono al unir mi fe con la de aquellos de mis hijos en el Señor cuando les veo orando desesperadamente. Mi oración es que cuando clames a Dios hoy, tu milagro llegue antes de lo que esperas, en el nombre de Jesús.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Ora como no lo has hecho nunca antes. Hoy, es tu día de oraciones contestadas, en el poderoso nombre de Jesús.