Memoriza:“2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Proverbios 12:2
Lee: 2 Corintios 4:16 – 18
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
MENSAJE
Aquello en lo que fijas tu mirada se magnificará ante tus ojos hasta que nuble toda tu visión. Si crees que esto no es cierto, prueba a fijar tu mirada en una cosa u objeto por un tiempo sin que nada te distraiga. Pronto, todo lo que hay detrás desaparecerá y será reemplazado por aquello en lo que estás fijando tu mirada. De la misma manera, cuando fijamos nuestra mirada en Jesús, Él será magnificado en tus situaciones y absorberá todos tus desafíos hasta que al final desaparezcan.
Quizás te estés preguntando ¿Cómo puedo ver a Jesús? 2 Corintios 3:18 dice: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
La palabra de Dios es el espejo que revela quién somos y quien Dios quiere que lleguemos a ser. Por lo tanto, para centrarse en Jesús, céntrate en Su palabra estudiando y meditando en ella. Cuanto más hagas esto, más te apartarás de las distracciones y mejorarás en todos los aspectos de la vida.
PUNTO DE ORACIÓN: Señor, por favor, ayúdame a estudiar y meditar en Tu palabra.