Memoriza:«Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.» Proverbios 28:3
Lee: Génesis 27: 27 – 29
27 Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo:
Mira, el olor de mi hijo,
Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;
28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo,
Y de las grosuras de la tierra,
Y abundancia de trigo y de mosto.
29 Sírvante pueblos,
Y naciones se inclinen a ti;
Sé señor de tus hermanos,
Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre.
Malditos los que te maldijeren,
Y benditos los que te bendijeren.
MENSAJE
Algunas bendiciones no vendrán a un hijo de Dios a menos que las provoque. En nuestra lectura Bíblica de hoy, Isaac, de edad ya avanzada, pidió a su hijo que fuera al campo, matara un animal y preparara una comida deliciosa para que él comiera y así bendecirle.
Normalmente, el padre debería de, simplemente, haber llamado a sus hijos para pronunciar bendiciones sobre ellos, pero él quería utilizar esta comida como punto de referencia o conexión con la bendición.
De la misma manera, su hijo, debería de simplemente, haber dicho, padre, bendíceme ahora, ¿necesitas realmente comerte mi sopa antes de bendecirme? Sin embargo, él solo obedeció enseguida porque también entendió la importancia de hacer algo especial para obtener un tipo especial de bendición.
Mi hijo, hay algunas bendiciones, que necesitas provocarlas de tus padres, porque ese tipo de bendiciones te llevará muy lejos en la vida. En este tiempo, esfuérzate un poco más. Dales regalos, no importa lo pequeños que sean, llámales para saber como están de vez en cuando siempre que estés fuera de casa. Cuando estés en casa, haz recados para ellos. Asegúrate de obtener tu bendición.
PUNTO CLAVE: Haz algo algo de corazón este fin de semana por tu padres.