Memoriza:“De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.” 1 Crónicas 12:32
Lee: 2 Reyes 7:1 – 2
Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria.
Y un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.
MENSAJE
Hubo una gran hambruna en Samaria y el rey clamó al Profeta Eliseo. Dios envió a Eliseo para decirle al Rey que habría un completo cambio en 1440 minutos. El segundo al mando después del rey dijo que incluso si Dios abriera las ventanas del cielo, el suministro nunca sería suficiente para todos. Él habló una realidad porque en ese momento, las personas había empezado a comer a sus propios hijos. Fue basándose en esto que el oficial habló y dudó de la palabra de Dios, y Eliseo dijo que vería la profecía hacerse realidad pero que no comería de ella. Y así sucedió.
Amado, no hables de manera ignorante cuando vienen las profecías a través de pastores y profetas. Si no la crees, es mejor que te quedes callado porque cualquier cosa que digas puede ser usada en tu contra por el diablo.
Cuando Sara dudó de la promesa de un hijo, ella se rió y cuando se le preguntó si dudaba, ella lo negó (Génesis 18:12 – 15). Aprende de Sara. No te dejes atrapara por la red de la incredulidad para que no pierdas las bendiciones de parte de Dios.
PUNTO CLAVE: Nunca hables en contra de ninguna profecía.