DEVOCIONAL DE LOS CIELOS ABIERTOS
Memoriza:“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Juan 4:24
Lee: Juan 4:21 – 24
21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 31 – 35
MENSAJE
Es triste que hoy, muchas personas pretenden adorar a Dios todo en nombre de la religión. Adoran en la carne, pero no en espíritu y en verdad. Por eso Jesús le dijo a Nicodemo en Juan 3:5;
"...De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios."
El mensaje de Jesús en el versículo anterior era para las personas religiosas de Su época, y los padres fundadores de la Iglesia. El mensaje sin embargo, sigue vigente hoy en día. No podemos estar en pecado y decir que somos adoradores del Dios Santo. 1 Juan 1:6 – 9 dice;
"Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad."
Tristemente, muchos adoradores Cristianos de hoy en día no admiten que el pecado como lo que es, tratan de explicar el pecado como una equivocación y un mero mal comportamiento social. De esta manera, ellos nunca confiesan su pecado ni se esfuerzan por vivir por encima de ello, por el poder del Espíritu Santo.
Pablo, en Gálatas 5:19 – 23, escribió extensamente sobre las obras de la carne, las cuales incluyen el adulterio, la fornicación, la impureza, la lascivia, la idolatría, la brujería, el odio y otras más. Si adoramos a Dios en espíritu y en verdad (Juan 4:24), no debemos enredarnos en pecado. Piensa en Romanos 12:1 – 2 y recibe el mensaje que Dios está enviándote hoy:
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
No puedes ser un verdadero adorador sin el Espíritu Santo y un buen conocimiento de la palabra. Busca el Espíritu Santo, y también, saca tiempo para estudiar y meditar en la palabra de Dios.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Comprométete a pasar tiempo en la presencia del Señor simplemente adorándole a Él, según te guíe el Espíritu Santo.