DEVOCIONAL DE LOS CIELOS ABIERTOS
Memoriza:“Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.” Juan 15:2
Lee: Lucas 13:6 – 7
Parábola de la higuera estéril
6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.
7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Samuel 25 – 27
MENSAJE
Jesús dijo, en nuestra lectura Bíblica de hoy, una parábola sobre una higuera que no daba fruto aún estando bien nutrida. La reacción del dueño del árbol en Lucas 13:7, es nuestra preocupación en el devocional de hoy. El granjero en esta parábola había estado esperando buenos frutos basándose en los esfuerzos; desafortunadamente, no consiguió nada. Al igual que este granjero, Juan el Bautista le dijo a los líderes religiosos judíos de su tiempo en Lucas 3:9:
"Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego."
Amado, de acuerdo con 1 Corintios 3:9, nosotros somos labranza de Dios, en otras palabras, Dios es nuestro labrado, somos los árboles con vida, nutridos desde el día de nuestro nacimiento, y particularmente desde que entregamos nuestras vidas a Cristo. No hay duda de que hemos sido nutridos en gracia por el Altísimo a través de Su Hijo Jesús y el Espíritu Santo. El hecho de que estás vivo para ver este día es una indicativo de cómo hemos sido nutridos tanto física como espiritualmente. La cuestión ahora es: ¿Estás llevando frutos? El labrador en nuestro estudio de hoy, ordenó que cortaran la higuera que no daba frutos. Esto es algo serio. Ojalá tú no seas cortado en el nombre de Jesús. El “Amén práctico” a esta oración es que simplemente dejes atrás la vida improductiva y sin frutos.
Si aún no has nacido de nuevo, Mateo 3:8 dice que debes de traer primeramente frutos de arrepentimiento, si ya eres un hijo de Dios por Su gracia, Jesús te está diciendo en Juan 15:4;
"Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí."
Debes entregar tu vida por completo al Señorío de Jesús, tienes que esforzarte un poco mas y ciertamente conseguirás tu recompensa.
A parte de no ser cortado y echado al fuego, Jesús prometió en Juan 15:16 que el Padre te concederá todas las peticiones que hagas en Su nombre. Una vez que empiezas a dar fruto, el Señor también continuará purgándote de toda impureza para que puedas llevar más fruto. Por favor medita en Galatas 5:22 – 26.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, destruye todo poder de duda e intimidación en mi vida, en el poderoso nombre de Jesús.