DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS
Memoriza: «A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.» 1 Reyes 19:16
Lee: 1 Samuel 16:11 – 13
11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.
12 Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es.
13 Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Corintios 1 – 4
MENSAJE
En 1 Samuel 2:7, vemos como Dios puede transformar a una persona normal a través de Su unción. Hay poder en la unción, y viene a través del Espíritu de Dios. La unción puede volver a una persona ordinaria en extraordinaria, así como a David en nuestra lectura Bíblica de hoy. Sin embargo, antes de que la unción pueda venir sobre ti, debes de poseer ciertas cualidades. Dios tendrá que haber visto que puedes hacer buen uso del poder antes de que te lo confíe. Jesús estaba seguro de que los primeros discípulos harían buen uso del Espíritu Santo y por eso Él cumplió Su promesa. Vemos esto en Hechos 1:8;
«pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»
Amado, no puedes hacer ninguna obra espiritual sin la unción. Algunas personas creen que el acto de la ordenación se hace simplemente para conferirle un título a las personas que son ordenadas, pero la razón principal por la que son ordenadas es para ser impartidos con la unción que destruye yugos – primeramente, en la vida de la persona que va a ser ordenada y en segundo lugar, para equiparle para sus tareas espirituales. Por eso todas las categorías de trabajadores en la Iglesia Cristiana Redimida de Dios son siempre preparados para la ordenación, de acuerdo con el nivel de su tarea, ya sea ministrar desde el púlpito o no.
Uno de mis hijos explicó esto de la siguiente manera; cuando un ingeniero trabaja en una organización secular, él no necesita la unción. Sin embargo, una vez que se involucra en servir en la Iglesia, surge la necesidad de la unción. Esto es porque el diablo sabe que la persona ahora trabaja para derribar su reino (el del diablo) a través de la Iglesia. Por eso, todo obrero de la Iglesia necesita ser nacido de nuevo, santificado, lleno del Espíritu y ungido, sino, esa persona acabará como Judas Iscariote.
Así como vemos en nuestro versículo a memorizar de hoy, tanto el rey como el profeta necesitaban la unción para poder funcionar en sus respectivos llamados. La unción te dará poder para convertirte en una vasija imparable e indestructible de honra en el hogar de fe. Persigue la unción.
Llamada a la Acción. Límpiate de de todo hábito pecaminoso para que puedas estar preparado para toda buena obra como vasija de honra. (2 Timoteo 2:19 - 21)