ADULTERIO ESPIRITUAL
Memoriza: “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.” Isaías 54:5
Lee: Oseas 2:2 – 5
2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos;
3 no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed.
4 Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución.
5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.
BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 19 – 21
MENSAJE
La relación entre Dios y el hombre puede compararse con la de un marido con su esposa. Pablo confirma esto cuando ordenó a los maridos amar a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia (Efesios 3:25). Por eso Dios castiga a cualquiera que sea sorprendido en adulterio espiritual. Por ejemplo, Él casitgó a los Israelitas en Jueces 2:11, 13-14:
“Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales….. Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos.”
Así como el hombre puede estar celoso de la relación de su esposa con otro hombre cuando servimos a otros dioses además de a Él, Dios se vuelve muy celoso (Éxodo 20:5). Este adulterio espiritual cometido por los hijos de Israel puede compararse con la relación entre Oseas y Gomar – una prostituta profesional que se convirtió en esposa. La paciencia de Oseas con Gomar (que siempre volvía a su prostitución como un perro vuelve a su vómito) también ilustra la paciencia de Dios con su pueblo que cortejaba la compañía del mundo.
1 Juan 2:15 dice;
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”
Nuestro amor no puede ser compartido entre Dios y las cosas temporales de este mundo. Jesús confirma esto en Lucas 16:13, cuando Él dijo:
“Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”
Intentar amar a Dios y al mundo al mismo tiempo te llevará al rechazo y la vergüenza (Apocalipsis 3:15 – 16).
Amado, ten cuidado con el adulterio espiritual, ya que solo te conducirá a la condenación eterna. Aférrate a Jesucristo, el que ama tu alma.
Punto de Oración: Padre por favor perdóname por cualquier adulterio espiritual que haya cometido en contra de Ti. Prometo permanecer fiel a Ti hasta el final.