DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS – LUNES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2020 – EDIFICA TU FE
Memoriza: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,” Judas 1:20
Lee: Juan 20:25 – 29
25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
28 Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!
29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
BIBLIA EN UN AÑO: Zacarías 8:14
MENSAJE
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Hebreos 11:1
Como creyente, tu ya tienes que tener un nivel de fe. Sin embargo, independientemente del nivel de fe que tengas en estos momentos, tu sigues teniendo la responsabilidad de hacer crecer tu fe y reforzarla. Así como tu cuerpo físico necesita comida y ejercicio para mantenerse fuerte y sano, tu fe también necesita comida y ejercicio. La palabra de Dios es la comida que nuestra fe necesita par hacerse más fuerte para así hacer más hazañas para Él.
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17
Debes estudiar tu Biblia con diligencia cada día. Cuanto más estudies la palabra de Dios, más de sus habilidades verás en y cada miedo que ha debilitado tu fe desaparecerá.
Junto con la palabra, otra delicia que debemos añadir a nuestra dieta para poder tener una fe fuerte es la oración en el Espíritu Santo, como se ve en el versículo a memorizar de hoy. El morar en el Espíritu Santo da poder a la persona para hacer hazañas. Hechos 10:38 dice;
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38
El Espíritu Santo es responsable por los milagros, señales y maravillas. Por lo tanto, si tu quieres que tu fe produzca señales y maravillas, debes de orar en el Espíritu a menudo. Pablo dijo que él oro en el Espíritu Santo más que los otros Apóstoles (1 Corintios 14:18); no es de extrañar que Dios fue capaz de usarle para conseguir tantas cosas.
Tu fe también necesita ejercitarse para crecer y mantenerse viva. La fe sin obras está muerta (Santiago 2:20). Tienes que poner tu fe en acción, entonces deja el resto a Dios. Si el milagro no sucede la primera vez, sigue ejercitando tu fe y muy pronto, será lo suficientemente fuerte para realizar hazañas.
Llamada a la Acción: Desde hoy, decídete a orar en el Espíritu por lo menos una hora cada día.