MEMORIZA: «Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré» Hebreos 13:5
LEE: GÉNESIS 25:29 – 34
29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[a] 31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 22:1-53, Hechos 13:16-41
MENSAJE
El mendigar puede ser un signo de codicia. Porque una persona que está mendigando puede no necesitarlo realmente; la persona quizás simplemente no está contenta con lo que tiene y solo quiere tener lo que le pertenece a otra persona. Algunas personas no pueden apartar sus ojos de las posesiones de otras personas. Esta actitud es un vicio que tienes que tratar conscientemente y en oración, si eres culpable de ello. ¿Sabes que muchos se han metido en la brujería como resultado de aceptar comida de alguien?
En la lectura Bíblica de hoy, Esaú dijo, » He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?» Jacob se aprovechó de la codicia de su hermano para robarle su primogenitura.
No vendas tu primogenitura al diablo a través del amor por las posesiones de otros.
PUNTO CLAVE: La codicia puede meterte en problemas
COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén