Memoriza: «Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado» 1 Samuel 15:24
Lee: 1 Samuel 15:1 – 31
Saúl desobedece y es desechado
15 Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora, pues, está atento a las palabras de Jehová. 2 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. 3 Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.
4 Saúl, pues, convocó al pueblo y les pasó revista en Telaim, doscientos mil de a pie, y diez mil hombres de Judá. 5 Y viniendo Saúl a la ciudad de Amalec, puso emboscada en el valle. 6 Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec. 7 Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto. 8 Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. 9 Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.
10 Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: 11 Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche. 12 Madrugó luego Samuel para ir a encontrar a Saúl por la mañana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento, y dio la vuelta, y pasó adelante y descendió a Gilgal. 13 Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová. 14 Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? 15 Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos. 16 Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di.
17 Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? 18 Y Jehová te envió en misión y dijo: Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes. 19 ¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? 20 Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. 21 Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal. 22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
24 Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25 y vuelve conmigo para que adore a Jehová. 26 Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. 27 Y volviéndose Samuel para irse, él se asió de la punta de su manto, y este se rasgó. 28 Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú. 29 Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta. 30 Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios. 31 Y volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl a Jehová.
BIBLIA EN UN AÑO: Job 35 – 38
MENSAJE
«El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba.» – Proverbios 27:21
La gente no debería de buscar la fama porque tiene potencia suficiente como para destruir. En 1 Samuel 9:1; el padre de Saúl, Kish, fue descrito como un hombre muy poderoso que era muy rico. Aún así, Saúl era obviamente muy humilde, porque cuando su padre el envió a buscar los asnos que se habían perdido, simplemente fue, no se quejó. Incluso durante su búsqueda, escuchó a sus siervos cuando le dijeron que buscara el consejo del profeta en cuanto a los animales perdidos (1 Samuel 9:6 – 8).
Cuando se convirtió en rey de Israel, él fue humilde los primeros dos años de su reinado, hasta que empezó a buscar la aprobación de los hombres. Saúl se olvidó de que era Dios quien le había posicionado como rey, y empezó a buscar la aprobación de las personas. La primera vez que él hizo esto fue cuando los filisteos se juntaron en su contra, y Samuel se retrasó antes de reunirse con él en Gilgal. Cuando vio a la gente apartarse de él, él hizo algo que no debía, al ofrecer un sacrificio de holocausto (1 Samuel 13:7 – 10). Él no hizo lo correcto porque quería ganarse la atención de la gente y su aprobación. Fue un error que le costó muy caro porque así fue como ganó la desaprobación de Dios.
Cuando permitimos que el deseo de ganarnos la aprobación de la gente nos impulse a hacer cosas que no están bien, nos estamos posicionando en contra de Dios.
En 1 Samuel 15, a pesar de este primer error, Dios le dio a Saúl una segunda oportunidad de arrepentirse. Dios le ordenó que destruyera a los amalaqitas. La orden de Dios era clara: destrúyelos por completo y no perdones la vida a ninguno (1 Samuel 15:3). Sin embargo, Saúl, en su lujuria ciega por ser el hombre del pueblo, fue en contra de las instrucciones de Dios (1 Samuel 15:24)
Cuando buscamos la fama por encima del servicio a Dios, hemos caído en la trampa del miedo al hombre porque la Biblia dice que el miedo al hombre trae trampas (Proverbios 29:25).
La gete que busca desesperadamente la fama comprometerá los estándares de Dios para complacer a la gente. Al final, ese tipo de personas, como Saúl, perderán porque Dios no pondrá en manos de una persona que desea la fama desesperadamente, los asuntos de Su reino.
No persigas la aprobación de la gente. en vez de eso, deja que la aprobación de Dios sea tu motivación principal. Cuando temes al Seór y le sirves de todo corazón, Él te posiciona para poder influenciar a otros para Él.
PUNTO CLAVE: Si buscas la fama por encima del servicio a Dios, te estás posicionando en contra de Dios.
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Amén
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La Prueba de las Alabanzas y la Aprobación
Proverbios 27:21 compara al hombre coon un recipiente refinado – de la forma en la que respondemos a las alabanzas y el reconocimiento revela nuestro verdadero carácter. La caída del Rey Saúl empezó cuando desvió su atención, del complacer a Dios a buscar la aprobación humana. Su historia sirve de advertencia para todos los creyentes hoy en día.
1. Los comienzos humildes de Sañul vs Su caída
A. El Saúl humilde (1 Samuel 9:1 – 8)
- Su pasado: Saúl venía de una familia rica e influyente (1 Samuel 9:1)
- Carácter: A pesar de su estatus social, él era humilde y obediente – deseando buscar los asnos perdidos y escuchar el consejo de sus siervos (1 Samuel 9:6 – 8)
- Nombramiento: Dios le eligió no por sus logros sino por su potencial para obedecer (1 Samuel 10:1).
B. El punto de inflexión: Buscar la aprobación del hombre
La caída de Saúl vino en tres momentos clave:
- Ofreciendo el Sacrificio sin Samuel (1 Samuel 13:7 – 10)
- Samuel se retrasó y el ejército de Saúl se estaba marchando
- En vez de esperar en Dios, Saúl desobedeció y ofreció un sacrificio él mismo para parecer fuerte delante de la gente.
- Consecuencia: Dios le rechazó como rey (1 Samuel 13:14)
- Perdonar la vida a Agag y el mejor ganado de los amalaquitas (1 Samuel 15:1 – 9)
- Dios le ordenó que los destruyera por completo, pero Saúl salvó al Rey Agag y a lo mejor de su ganado para complacer al pueblo.
- Excusa: «El pueblo fue el que se llevó el botín…» (1 Samuel 15:21)
- Consecuencia: «La rebelión es como el pecado de brujería» (1 Samuel 15:23)
- Confesando Su Verdadero Motivo (1 Samuel 15:24)
- Saúl admitió: «Temí al pueblo y obedecí a lo que ellos decían
- La raíz del problema: Él valoró las alabanzas del pueblo más que la orden de Dios.
Lección:
- El miedo nos conduce a la desobediencia
- Comprometernos por popularidad es rebelión en contra de Dios
2. La trampa de buscar la fama y la aprobación
A. El miedo al hombre es una. trampa (Proverbios 29:25)
- El deseo de Saúl de ser aceptado le condujo a:
- Desobedecer las claras instrucciones de Dios
- Dar excusas en vez de arrepentirse
- Peder su nombramiento divino
B. La fama distorsiona las prioridades
- La fama del mundo demanda:
- Comprometerse
- Complacer a la gente
- Auto-promoción
- La influencia que viene de Dios requiere:
- Obediencia
- Humildad
- Fidelidad en lo secreto (Mateo 6:4)
Lección:
- Si buscas los aplausos, solo perderás la aprobación de Dios.
- La verdadera grandeza viene de servir a Dios, sin buscar el reconocimiento.
3. Como evitar el error de Saúl
A. Busca primeramente la aprobación de Dios (Gálatas 1:10)
- Si yo aún complazco a los hombres, no debería de ser siervo de Cristo
- Pregúntate: ¿Estoy haciendo esto para Dios o para que la gente me alabe?
B. Obedece a Dios por completo, no parcialmente
- La obediencia de Saúl al 90%, sigue siendo 100% de desobediencia
- La obediencia parcial es igual a desobediencia
C. Arrepiéntete rápido cuando falles
- Saúl dio excusas (1 Samuel 15:20 – 21)
- David se arrepintió de inmediato (Salmos 51)
- Dios se resiste al orgulloso pero le da gracia al humilde (Santiago 4:6)
D. Deja que sea Dios quien te promocione (Salmos 75:6-7)
- La promoción no viene del este ni del oeste, tampoco viene del sur, sino que Dios es el juez: Él entrona y destrona.
- Ejemplo: Jose se mantuvo fiel a Dios en la prisión antes de que Dios le exaltara (Génesis 41:14).
Declaración en Oración
Padre, líbrame de todo miedo al hombre. Ayúdame a buscar Tu aprobación por encima de la de nadie más. Que mi corazón te obedezca por completo, y que no sea sesgado por las opiniones de los demás. Alinea mis deseos a Tu voluntad y úsame para Tu gloria solamente, en el nombre de Jesús. Amén
Conclusión: ¿De quien buscas aprobación?
La tragedia de Saúl no fueron sus enemigos, sino su deseo por la validación de los demás. Su historia nos advierte:
- La fama es un amo peligroso
- Dios recompensa la fidelidad, no la popularidad
- El verdadero éxito viene del temor a Dios, no a los hombres
Mensaje Final:
«Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?» (Romanos 8:31). Cuando Dios te aprueba, el rechazo de los hombres no puede parar Su plan para tu vida.
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