MENTALIDAD MISIONERA

Versículo a Memorizar: « ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?» Romanos 10:14

Pasaje Bíblico: Lucas 10:1 – 9

Misión de los setenta

10 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.

INTRODUCCIÓN

Todo creyente tiene un llamado a las misiones (2 Corintios 5:18). Misiones es enviar fuera a creyentes para proclamar las buenas nuevas de nuestro Señor Jesucristo al grupo de personas que no han sido alcanzadas, así como al grupo de personas que no van a la iglesia y a los que están en lugares inaccesibles. Un grupo de personas puede ser considerado como no alcanzado si la población de Cristianos evangélicos es menor a un 2% con respecto al total de la población. Las misiones están en el corazón de lo que la iglesia representa (Hechos 2:41). Es la Gran Comisión que nos encomendó Jesús (Marcos 16:15). Todo el mundo tiene un papel que jugar en las misiones (Hechos 4:34 – 35).

EL DIOS MISIONERO

Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo están involucrados en las misiones. Dios el Padre inició el proceso de enviar a Su hijo Jesucristo, al mundo para salvar a la humanidad (Juan 3:17). Jesús vino obedeciendo la instrucción del Padre, para redimir al mundo de la condenación eterna (Juan 10:10). Jesús ahora ha comisionado a todo creyente a continuar con la tarea (Mateo 28:19 – 20; Juan 20:21) El Espíritu Santo siempre está siempre con nosotros para liderarnos (Hechos 8:29), guiarnos (Hechos 16:6 – 7), darnos fuerzas (Hechos 4:8, 13), y ayudarnos a terminar la tarea (2 Timoteo 4:7).

ACTIVIDAD DE CLASE 1: Aunque a los creyentes se les ha enviado a las misiones, algunos aún no se han involucrado, ¿por qué?

MANDATO PARA TODOS LOS CREYENTES

Todo creyente ha sido enviado a hacer misiones (Mateo 28:19 – 20; Juan 20:21). Tu no tienes elección, si has nacido de nuevo (Juan 15:16). La cuestión no es si has sido llamado o no a hacer misiones, sino que más bien, la cuestión es si vas a obedecer o no al llamado. Pablo no desobedeció al llamado (Hechos 26:19 – 20). Sin embargo, uno puede involucrarse en cualquiera de estas áreas:

Predicando: Algunos son llamados y apartados para ir a diferentes tierras a predicar el evangelio (Hechos 13:1 – 2). El trabajo de misiones demanda que algunas personas deben de ir a buscar a aquellos que no han escuchado el evangelio. Jesús, nuestro ejemplo perfecto iba de un lugar a otro predicando el evangelio (Mateo 4:23). Jesús nos ordenó ir por todo el mundo (Hechos 1:8). A menos que haya personas que vayan y prediquen, no hay forma de que las misiones puedan hacerse: necesitamos hombres y mujeres que traspasen fronteras para proclamar el evangelio (Isaías 6:8)

Orar: La obra de misiones prospera en oración; la obra sufriría sin la oración. Pablo juntó a los hermanos en Efeso para que se juntaran con él en oración. En oraciones (Efesios 6:18 – 20). Se deben ofrecer oraciones constantes a Dios por los misioneros y la obra de misiones (Colosenses 4:2 – 4). Tenemos que recordar a los misioneros en nuestros altares familiares y nuesetras oraciones personales (2 Tesalonicenses 3:1 – 2).

Pagar: Las misiones son una empresa cara. Por eso Dios ha bendecido a Sus hijos para que puedan financiar Su proyecto (2 Corintios 12:15). Pablo alabó a los Filipenses por ser excepcionales en financiar la obra de misiones (Filipenses 4:14 – 19). Como individuo, puedes pagar el salario de un misionero, la matricula del colegio de sus hijos, o ayudar a los misioneros en entrenamiento. Puedes adoptar un campo misionero y financiar su obra.

ACTIVIDA DE CLASE 2: ¿Cómo quieres involucrarte en misiones?

CONCLUSIÓN

Las misiones son una tarea vita que Dios nos ha dado a cada creyente. Involúcrate.

PREGUNTAS

  1. Explica cómo Dios es un misionero.
  2. Explica tres formas en la que los creyentes pueden estar involucrados en misiones.

TAREA: Enumera cinco cosas que harías (o estás haciendo) para apoyar los esfuerzos misioneros de tu iglesia.

OTRA LECTURA

  • Domingo: Marcos 16:15 – 16
  • Lunes: Romanos 10:14
  • Martes: hechos 26:15 – 20
  • Miércoles: Colosenses 4:2 – 4
  • Jueves: Juan 20:22 – 23
  • Viernes: Juan 14:26 – 27
  • Sábado: 2 Tesalonicenses 3:1 – 3

COMPARTE LA ESCUELA DOMNICAL
Comparte la Escuela Dominical, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Amén