Memoriza: «Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.» 1 Juan 4:16
Lee: 1 Juan 4:15 – 21
15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
BIBLIA EN UN AÑO: Josué 7:2 Lucas 16:1-18
MENSAJE
Dios es amor, y de acuerdo con la lectura Bíblica de hoy, el amor perfecto solo puede experimentarse en Él. No importa lo fuerte que sea el amor humano, normalmente tiene una agenda propia escondida, y seguirá siendo imperfecto, si no está establecido en Dios. Por ejemplo, David y Jonathan sentían un gran amor fraternal el uno por el otro. Sin embargo, en 1 Samuel 18:4, Jonathan le dio a David todo lo que llevaba encima menos sus zapatos. Esto es porque, en aquellos tiempos, una forma de sellar un contrato era el intercambio de zapatos, sin el cual, todo lo que se había dado podía ser reclamado (Rut 4:7). Así pues, podemos decir que Jonathan le estaba diciendo a David, «Aunque somos amigos, y tu eres un siervo al que tengo mucho aprecio, yo soy el hijo»
Sin embargo, mucho después, cuando era obvio que David sería el próximo rey, Jonathan le suplicó que hiciera un trato con él para poder proteger y preservar a su familia. Ten cuidado cuando la gente diga que te ama; quizás sea por lo que ellos pueden obtener de ti, y cuando no tengas nada más que ofrecer, revelarán su verdadera naturaleza.
El amor de los humanos puede ser incondicional, pero el amor de Dios es perfecto e incondicional; Él nos amó incluso cuando aún éramos pecadores (Romanos 5:8). Por lo tanto, elige el amor perfecto de Dios hoy, entregando tu vida a Jesús, si aún no lo has hecho. Solo en Él tenemos vida eterna (Romanos 6:23).
PUNTO CLAVE: Solo el amor de Dios es perfecto e incondicional.
COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén