Memoriza: «No te echarás con varón como con mujer; es abominación.» Levítico 18:22
Lee: Levítico 18:22 – 30
22 No te echarás con varón como con mujer; es abominación. 23 Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión.
24 En ninguna de estas cosas os amancillaréis; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo echo de delante de vosotros, 25 y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores. 26 Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis ordenanzas, y no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros 27 (porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de aquella tierra que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada); 28 no sea que la tierra os vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes de vosotros. 29 Porque cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones, las personas que las hicieren serán cortadas de entre su pueblo. 30 Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo Jehová vuestro Dios.
BIBLIA EN UN AÑO: Josué 3:1-4:24 Lucas 14:7-35
MENSAJE
Concluyendo con la enseñanza que empecé hace dos días sobre el género y la sexualidad, me gustaría compartir contigo, una experiencia que tuve. Hace algunos años, estaba en una de las naciones del occidentales para predicar, y un periodista me entrevistó sobre mi punto de vista en cuanto a los matrimonios del mismo sexo. Le dije al periodista que Dios creó a los hombres y a las mujeres para que se reprodujeran según su especie. Entonces le pregunté al periodista, «¿Es posible que la gente del mismo género produzcan descendencia?» Concluí diciéndole al entrevistador que si todo el mundo se casara con alguien de su mismo sexo, el mundo se acabaría en esta misma generación.
Como hijo de Dios, siempre que tengas la oportunidad de hablar sobre la homosexualidad, no te andes con rodeos, Una de las razones por las que la maldad prospera ,es que algunas buenas personas también tienen miedo de decir la verdad. No te quedes callado cuando la gente dice que se sienten sexualmente atraídos por personas de su mismo género. No les juzgues ni les condenes; en vez de eso, diles la verdad con amor, incluso en países donde el gobierno ha hecho ilegal hablar la verdad sobre la homosexualidad. Tienes un gobierno más importante en Cristo, y debes de representarle dondequiera que vayas.
PUNTO CLAVE: Nunca tengas vergüenza de posicionarte en contra de la homosexualidad.
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Amén