Memoriza: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.» Mateo 11:28
Lee: Lucas 5:1 – 7
La pesca milagrosa
5 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 1 – 2
MENSAJE
En 1963, cuando era profesor en la Escuela Secundaria para Chicos de Ondo, en el Suroeste de Nigeria, estaba dando 35 lecciones a la semana. Otro tutor, que tenía más experiencia y más calificaciones que yo, estaba dando 21 lecciones a la semana. Él estaba ganando cuatro veces más que yo y aún así se quejaba del volumen de trabajo que tenía. Fui a encontrarle y le dije, «Señor, tú estás dando 21 lecciones mientras que yo doy 35 lecciones, aún así ganas cuatro veces más que yo, y te quejas» Él se acercó a mi, me dio una palmada en la espalda y dijo, «Chico, no lo entiendes, me pagan por lo que ya he hecho, me pagan por lo que hay en mi cerebro» Mientras que yo trabajaba para ganar una miseria, el otro profesor no estaba trabajando tan duro como yo, pero aún así ganaba más que yo.
Hay una diferencia entre trabajar diligentemente y trabajar duro. Alguien que trabaja con las manos tiene que trabajar muy duro para ganar muy poco. Tu no puedes llamar a un gestor, obrero, los dos van a sus lugares de trabajo por la mañana, pero uno va a trabajar y el otro va a trabajar como obrero. Aunque un gestor llega a la oficina muy pronto cada día, y trabajar duro, el salario que percibe vale la pena el esfuerzo. En Génesis 2:15, Dios le dio a Adán un jardín para cuidar. Algunos estudiosos de la Biblia describen el Jardín del Edén como un lugar tan grande como Lagos, Nigeria. Pedirle a un hombre que cuide un jardín de ese tamaño require mucho trabajo. Sin embargo, Adán trabajaba, no era un obrero. Fue después de caer en pecado, que empezó a trabajar como un obrero (Génesis 3:17 – 19), de tal forma que cuando él trabajaba, sudaba – no se registra en las Escrituras que él sudara antes de ese momento. Además, después de trabajar como obrero y sudar, la tierra le daba espinos y cardos.
En Lucas 5:5, Pedro estuvo echando la red toda la noche y no pescó nada – eso es trabajar como un obrero. Aunque pensó que él había trabajado duro toda la noche, él no tenía nada para demostrarlo. Sin embargo, los días de trabajar duro de Pedro terminaron cuando Jesús vino a su vida. Si has estado trabajando como un obrero y quieres que tus días de trabajar así se acaben, restaura tu conexión con Dios, y Él pondrá fin al trabajo que no da frutos en tu vida para siempre.
Si por alguna razón, estás experimentando escasez de fruto de tu trabajo, aun habiendo entregado tu vida a Cristo, y estás viviendo conforme a Su voluntad, decreto que el Señor entrará en tu situación hoy y pondrá fin al trabajo de obrero en tu vida, en el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: Una conexión activa con Dios asegurará que no experimentes el trabajo sin frutos.
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Amén