Memoriza: «El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,» Hechos 17:24
Lee: Salmos 24:1 – 2
El rey de gloria
Salmo de David.
1 De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.
2 Porque él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó sobre los ríos.
BIBLIA EN UN AÑO: Jueces 6 – 8
MENSAJE
La lectura Bíblica de hoy dice que todo en la tierra le pertenece a Dios, incluyendo la plata, el oro, y el ganado sobre miles de montañas. Nadie puede ser más rico que el Dueño de toda la tierra. Cualquier cosa que alguien posea, es simplemente una pequeña porción de lo que Dios tiene. Los verdaderos recursos están en Sus manos, y Él puede suplir todas tus necesidades sin esfuerzo.
En 2 Reyes 4:1 – 7, la viuda de uno de los hijos de los profetas estaba en bancarrota, y los acreedores querían quitarle a sus hijos como pago de la deuda. Sin embargo, Dios intervino y en poco tiempo, Él la dio tanto dinero que la liberó de la deuda, y tuvo suficiente para vivir el resto de su vida. En Juan 6:5 – 13, Él alimentó a 5000 personas con la merienda de un chico pequeño. Después de eso, aún sobraron 12 cestas de sobras. Dios alimentó a la multitud, y las sobras fueron más que lo que tenían cuando empezó. En el nombre de Jesús, todas tus necesidades serán cubiertas.
Una vez viajé a Londres, y mientras que estaba ahí, me quedé sin dinero. Necesitaba 50 libras para comprar libros, y cuando me iba a la cama a dormir una noche, oré, «Dios, ojalá pudiera tener 50 libras» Poco después, el teléfono sonó. Contesté y el que llamaba dijo, «¿Biyi?» Yo dije, «No hay ningún Biyi aquí » Cuando preguntó quien era, le contesté, «mi nombre es Adeboye», él preguntó, «¿Qué Adeboye?», y yo dije, «El Pastor Adeboye de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios.» Él empezó a gritar y al final vino a verme con su hermano. Cuando se marchaban, me dieron 50 libras. Después de que se fueran le dije a Dios que si hubiera sabido que iba a ser tan fácil para Él darme 50 libras, le hubiera pedido 100 libras. Casi diez minutos después de decirle eso, el timbre de la puerta sonó. sin embargo, antes de que pudiera llegar a la puerta, la persona ya se había marchado. Debajo de la puerta, vi un sobre que tenía otras 50 libras, de parte de un rico muy tacaño que había conocido hace mucho tiempo. Otra vez, le pedí a Dios otras 50 libras, y poco después, los conseguí milagrosamente. Me entró miedo y dije, «Señor, estoy bromeando, ya estaba satisfecho con las primeras 50 libras» Dios me avergonzó con mucho más de lo que necesitaba porque Él es dueño de todo.
No hay límite en cuanto lo que Dios puede hacer por Sus hijos, Él es el creador de todo el universo, y Él es dueño de todo.
PUNTO CLAVE: Dios no tiene límites en cuanto a lo que Él puede hacer por ti, cuando eres Su hijo.
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Amén