DIOS TE ESTÁ HABLANDO A TI

Memoriza: «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.» Santiago 1:22

Lee: 2 Samuel 12:1 – 7

Natán amonesta a David

12 Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. El rico tenía numerosas ovejas y vacas; pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. Y vino uno de camino al hombre rico; y este no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él. Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia.

Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl,

BIBLIA EN UN AÑO: Números 21:1-22:20, Lucas 1:26-56

MENSAJE

En la lectura Bíblica de hoy, un profeta vino a David, y le contó la historia de un hombre rico que robó a un hombre pobre el único cordero que tenía. El hombre rico mató el cordero y lo sirvió a sus invitados, en vez de usar un cordero de los muchos que tenía. Después de escuchar la historia, David se enfadó y dijo, «Ese hombre ciertamente debería morir.» Entonces, el profeta se volvió y dijo, «Tú eres ese hombre»

Muchas veces, cuando Dios nos da ciertos mensajes, empezamos a condenar a otros, así como hizo David. Sin embargo, si nos tomamos un momento para reflexionar en el mensaje, quizás nos demos cuenta de que el mensaje era para nosotros.

La forma de crecer como Cristiano, no se trata de asumir que ciertos mensajes o pasajes Bíblicos son para los demás y no para ti. Necesitas escuchar o leer la palabra de Dios como si tú fueras la persona a la que Dios está hablando directamente. Dios está hablándote hoy, Él quiere que te entregues a Él por completo, sin reservarte nada. No seas como aquellos que endurecen sus corazones, porque el final de esas personas es la destrucción (Proverbios 29:1).

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a hacer Tu voluntad en todo momento.

COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Amén