Memoriza: «Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia.» Job 12:13
Lee: Marcos 4:1 – 9
Parábola del sembrador
4 Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. 2 Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: 3 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; 4 y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. 5 Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. 6 Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. 9 Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 5 – 8
MENSAJE
Las semillas tienen el potencial de convertirse en cosecha, pero no todas las semillas llegan a serlo. Juan 12:24 dice que, amenos que la semilla caiga en tierra y muera, se queda solo. Toda semilla se queda sola si se guarda en una bolsa o en un cajón, puede comerse tal cual, pero no será multiplicada. Isaías 55:10 dice que Dios da semillas al sembrador y pan al que come. Puedes elegir ser o bien sembrador o el que come. Si sigues comiendo todo lo que llega a tus manos, ¿qué es lo que sembrarás para poder tener una buena cosecha?
La gente sabia aparta la buena semilla para sembrarla en tierra fértil, y obtienen buena cosecha. El dinero que se aparta para invertir es una semilla, mientras que el lugar, la persona o el negocio en el que es invertido es la tierra fértil. Cuanto mejor sea la tierra, mejor será la cosecha. Debes de aprender a reconocer una buena tierra fértil, y regar tus semillas para asegurarte de que dan la mejor cosecha.
Durante los próximos días, hablaré sobre los diferentes tipos de tierra para plantar, aquellos en los que debes invertir, y los que debes evitar. Hoy, sin embargo, explicaré algunas de las claves de la sabiduría financiera.
Jobe 36:11 nos dice un secreto para acceder a la sabiduría de Dios para la prosperidad financiera: obedécele y sírvele a Él. Cuando obedeces a Dios, Él te mostrará los tesoros de las tinieblas y las riquezas escondidas en lugares secretos (Isaías 45:3). ¿Cómo de obediente eres a Dios, en cuanto a tus finanzas? ¿Le honras con todo lo que te ha dado? ¿pagas tus diezmos fielmente? ¿Das al necesitado y al pobre?
Cuando obedezcas a Dios, Él te dará ideas sobrenaturales que te darán abundancia en medio de la hambruna, de la misma forma que él le dio a Isaac. Isaac quería mudarse cuando llegó la hambruna a su tierra, pero Dios le dijo que se quedara donde estaba, y él obedeció. Su obediencia le dio acceso a la sabiduría de Dios, y a pesar de la hambruna, él cosechó al ciento por uno ese mismo año (Génesis 26:1 – 12).
Job 36:11 también habla sobre el servicio como clave de la sabiduría de Dios para la prosperidad financiera. La forma en la que sirves a Dios importa. Si le sirves a regañadientes o descuidadamente, Él no te confiará la sabiduría para hacer riqueza. Jesús nos dijo que no arrojáramos nuestras perlas a los cerdos (Mateo 7:6 – 7). Él no arrojará las Suyas a los cerdos tampoco.
Amado, sirve a Dios de manera aceptable, con reverencia y temor (Hebreos 12:28), y Él te bendecirá con sabiduría financiera, entre otras cosas.
PUNTO CLAVE: Obedecer y servir al Señor te dará acceso a Su sabiduría para la prosperidad financiera.
COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Amén