Memoriza: «Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.» Job 8:7
Lee: Mateo 17:15 – 16
15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar.
Lee: Hechos 5:12 – 16
Muchas señales y maravillas
12 Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. 13 De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. 14 Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; 15 tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. 16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.
BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 24 – 25
MENSAJE
Cada gran ministro de Dios debe de haber tenido comienzos pequeños, y su grandeza de hoy testifica de su continua fidelidad. Si te desanimas durante tus días de pequeños comienzos, te negarás a ti mismo la oportunidad de experimentar el gran mover de Dios.
En 1980, mientras que estaba trabajando por toda Nigeria, supervisando nuestros programas de la iglesia, y asegurándome de que todo estaba en orden, tuve una experiencia inolvidable. Estaba predicando en una ciudad llamada Warri, cuando de repente, vi una visión. En la visión vi a un joven que había nacido ciego, recibiendo su vista. Como no era tan maduro como lo soy ahora, no esperé en Dios para que me diera detalles de la visión antes de decir, «Hay un joven aquí que es ciego, Dios quiere que abras tus ojos. Ven rápido!» Nadie se movió. Continué, «Sé lo que vi. Quizás es tu hijo y está en casa. Ve y tráele aquí rapido!, esperaré» Aún seguía sin moverse nadie, sabía que mi Dios no mentía, así que dije, «Vale, esperaré por una hora después del servicio. Quizás no quieres perderte lo que está sucediendo ahora. Después del servicio, ve y trae al chico» Esperé después del servicio, pero nadie vino con un chico. Tristemente, después de que se acabara el tiempo, me fui a otra ciudad, Akure, que era mi siguiente parada. Como había esperando una hora más por el chico ciego, llegué a Akure tarde y otra persona ya estaba predicando cuando llegué. De repente, durante el sermón, un hombre anciano se levantó. Él había venido con un chico joven y empezaron a acercarse al altar. El chico estaba ciego, y cuando miré más de cerca, vi que era el chico en mi visión. El padre quería oraciones para su hijo, pero sabía que los oficiales de protocolo iban a decirle que volviera a su sitio diciendo, «No puedes ira altar mientras que se está predicando» Corría hacia los oficiales para decir, «Por favor, no les hagáis volver, vi a este chico en una visión, él está a punto de recibir un milagro» Sin embargo, antes de que llegara a ellos, el chico escuchó mis pasos, se giró hacia mi, y sus ojos se abrieron.
Dios demostró su poder en mis pequeños comienzos, y Él ha sido fiel hasta ahora. Él te demostrará Su poder también en cualquier fase de la vida en la que te encuentres ahora, en el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: Permanece fiel en tus pequeños comienzos, y en el momento indicado, verás la poderosa mano de Dios obrar en tu vida.
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Amén