Memoriza: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.» Efesios 4:29
Lee: 1 Timoteo 4:12 – 13
12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
BIBLIA EN UN AÑO: Éxodo 13:18, Mateo 21:23-46
MENSAJE
Una de las formas en las que una persona puede meterse en problemas fácilmente, es hablando despreocupadamente o sin medir sus palabras. No es de extrañar que Santaigo 3:2 diga: «Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.» Si te das cuenta de que tus palabras ofenden a otros fácilmente, quiero que intentes un pequeño ejercicio. Antes de decir nada, para un momento y piensa en estas tres cosas:
- ¿Las palabras que quiero decir son positivas?
- ¿Las palabras que quiero decir son inofensivas para los demás, o no les harán daño?
- ¿Las palabras que quiero decir, son necesarias?
Si tu respuesta a cualquier de estas preguntas es no, entonces no hables. La lectura Bíblica de hoy nos dice cómo usar nuestras palabras. Di solo palabras de aliento, ánimo y que motiven a otros de ahora en adelante.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a decir solo las palabras correctas en todo momento.
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Amén