DIOS PROVEE

Memoriza: «Jehová es mi pastor; nada me faltará.» Salmos 23:1

Lee: Génesis 22:7 – 14

Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. 10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. 13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá.[a] Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.

BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 8 – 10

MENSAJE

Me convertí en Pastor General de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios hace 45 años. En ese tiempo, los ingresos totales de la iglesia eran menos que el salario mensual que me daban en el puesto de trabajo que tenía en la universidad, al que renuncié. La iglesia tenía otros 39 miembros del equipo de trabajo, y después de pagarles a ellos, normalmente no quedaba nada para el pastor General. Como ser humano, fui a Dios y le dije, «Señor, te. dije que me dejaras en paz donde yo estaba dando clases, después de todo, yo ya era pastor. Cuando me daban mi salario, siempre apartaba dinero para comida y gasolina para mi coche, y el resto va a Tu obra. Ahora, lo que recibía del gobierno ya no está disponible, y ya sabes cuáles son los ingresos de la iglesia. ¿Qué garantía tengo de sobrevivir?» Entonces Dios me hizo una promesa, «Hijo, solo tengo una garantía para darte, dondequiera que vayas, iré contigo» Realmente, Dios no me ha fallado; en 45 años, nunca he pedido prestado ni he tenido que mendigar. Ciertamente Dios ha cubierto todas mis necesidades.

Cuando ves a alguien que no puede testificar del hecho de que Dios provee, seguramente esa persona es tacaña, incluso para Dios. Si prestas atención a mis historia en el primer párrafo, verás que incluso cuando era un profesor, casi todo mi dinero se lo entregaba a Dios. Por lo tanto, siempre que tenía alguna necesidad, Él nunca me falló. Lucas 6:38 dice que cuando tú das, se te dará de vuelta. La viuda de Sarepta entendió esto, así que cuando Dios, a través del profeta Elías, le pidió que le diera su última comida, ella se la dio. A cambio, ella tuvo más que suficiente comida para alimentarla durante la hambruna.

Dios ha tenido gracia sobre tantas personas que darle a Él todo el dinero que tienen no es suficiente para darle las gracias. A pesar de sto, cuando Él les pide simplemente un poco de lo que tienen, ellos dicen que no. A parte de ser tacaños con Dios, muchos de ellos son también tacaños con las personas que tienen a su alrededor, especialmente con los menos privilegiados. Proverbios 21:13 dice:

«El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.»

Si quieres que Dios provea para ti, no seas tacaño para con Su obra, con los hombres y mujeres de Dios, con aquellos a tu alrededor, o con los pobres. El alma generosa será prosperada (Proverbios 11:25).

LLAMADA A LA ACCIÓN: Cultiva el hábito de dar y apoyar la obra de Dios, a Sus ministros y aquellos a tu alrededor que están necesitados.

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Amén