Memoriza: «Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba.» Salmos 3:5
Lee: Salmos 3:3 – 6
3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
4 Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo. Selah
5 Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
6 No temeré a diez millares de gente,
Que pusieren sitio contra mí.
BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 35:1-36:43, Mateo 12:1-21
MENSAJE
En el versículo a memorizar de hoy, puedes ver, que la razón por la que te duermes por la noche y te levantas cada mañana, es que Dios te sostiene. No importa lo fuerte que sea una persona, si sus enemigos no pueden vencerle cuando está despierto, puede vencerle cuando está dormido. Alguien puede decir, «Tengo guardaespaldas que me protegen las 24 horas del día» Sin embargo, hay muchos enemigos que los guardaespaldas no pueden ver, mucho menos luchar contra ellos. En cualquier caso, incluso el mejor guardaespaldas se queda dormido.
En 1 Samuel 26:5 – 12, el Rey Saúl estaba durmiendo, y Abner, un guerrero poderoso y respetado por el rey, se quedo dormido también. Esta es la persona que se suponía debía proteger al rey. Cuando David llegó y vio que los dos estaban dormidos, se llevó la lanza y la botella de agua del rey. Por la mañana, él probó al rey que incluso en compañía del mejor de sus guardaespaldas, podría haber perdido la vida la noche anterior. No importa cuantas personas te estén protegiendo, sin Dios no estás a salvo.
Tienes un Padre que nunca duerme. Él es el único que puede protegerte a ti, a tu familia y a tus amigos realmente. Sin embargo, tienes que ser Su hijo; si eres realmente Su hijo, entonces no hay nada que temer.
PUNTO CLAVE: Dios protege a Sus hijos. ¿Eres tú Su hijo?
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Amén