Memoriza: «Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.» Romanos 4:7
Lee: Salmos 121:1 – 10
Jehová es tu guardador
Cántico gradual.
121 Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal;
Él guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.
BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 39 – 41
MENSAJE
Ayer, expliqué lo peligrosa que puede ser una maldición de parte de Dios, y cómo debes de evitarlas. De la misma manera que una maldición de Dios es poderosa, una bendición de parte de Dios también es extremadamente poderosa. Lo mejor que puede pasar a una persona, es que Dios la bendiga. Cuando Dios te bendice, todas las fuerzas del cielo, la tierra y debajo de la tierra, obran a favor tuyo. También, no se añadirá tristeza a la bendición (Proverbios 10:22).
Hay muchos pasajes en las Escrituras, que hablan sobre las bendiciones de Dios, y cómo puedes atraerlas. Desafortunadamente, muchos Cristianos simplemente leen sobre las bendiciones, y las reclaman para ellos mismos, sin prestar atención a lo que hay que hacer para atraer estas bendiciones. Debido a mi entrenamiento en matemáticas, siempre que veo una bendición en la Biblia, quiero saber cual es la condición para obtener esa bendición. Se que si no cumplo las condiciones, no importa cuanto lo intente, nunca conseguiré el resultado deseado. Por lo tanto, siempre presto más atención a las condiciones necesarias para las bendiciones, que a las bendiciones en sí.
Deuteronomio 28:1 – 14, está lleno de muchas bendiciones que Dios nos ha prometido. Sin embargo, cuando estudias ese pasaje Bíblico más de cerca, ves que la condición para conseguir las bendiciones, es que escuches diligentemente la palabra de Dios. Si Dios te mira y no ve pecado en ti, ya estás bendecido.
«Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.» – Romanos 4:8
Para atraer las bendiciones de Dios, debes de vivir una vida de santidad. No puedes continuar yendo en contra de la palabra de Dios, y esperar que Él siga bendiciéndote. Cuando empieces a vivir una vida de santidad, descubrirás el verdadero significado de las bendiciones de Dios. Pensé que tenía éxito antes de conocer a Cristo; era un joven profesor en la universidad, creciendo en mi carrera de manera estable. Sin embargo, no importaba lo alto que fuera mi salario, a mitad del mes siguiente, ya estaba pidiendo dinero prestado a mi chofer para ponerle gasolina a mi coche. Entonces, conocí a Cristo, y empecé a vivir una vida de santidad. Él me bendijo, y de repente, el mismo salario que no era suficiente, se volvió lo bastante para cubrir mis necesidades.
Empieza a vivir una vida de santidad desde hoy, y verás el verdadero significado de ser bendecido.
PUNTO CLAVE: Para atraer las bendiciones de Dios, vive una vida de santidad.
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Amén