EXAMÍNATE

Memoriza: « Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?» 2 Corintios 13:5

Lee: 1 Corintios 11:31 – 32

31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

BIBLIA EN UN AÑO: Apocalipsis 15 – 17

MENSAJE

En Isaías 6:1 – 5, Isaías contempló la gloria de Dios y Su santidad, y clamó, «Ay de mi!» Antes de eso, él había profetizado, y todo el mundo le veía como santo. Sin embargo, él se examinó a sí mismo a la luz de la gloria de Dios y Su santidad, y vio el en qué estado estaba realmente.

Es importante reflexionar en uno mismo de vez en cuando. No dependas solamente en lo que dice la gente sobre ti, porque ellos quizás no te conozcan tan bien como tú a ti mismo. Quizás no sepan los pensamientos en tu corazón, o lo que haces a puerta cerrada. Por lo tanto, necesitas examinarte y hacer una evaluación honesta del estado actual de tu corazón.

No te juzgues conforme a tus propios estándares; en vez de eso, júzgate conforme a los estándares de Dios. La Biblia dice en 2 Corintios 10:18, que no es la persona la que se elogia a si misma la que es justa, sino aquella a quien el Señor elogia. Isaías quizás se había estado juzgando a sí mismo conforme a sus propios estándares, pero cuando se encontró con la gloria de Dios, vio que no estaba en el estado en el que se suponía que tenía que estar. Júzgate a la luz de la verdad de la palabra de Dios; esto te dirá si estás en el buen camino o no. No te juzgues basándote en tus sentimientos, lo que la sociedad diga, o por tus logros. Usa la palabra de Dios para reflejarte y deja que se muestre tu verdadero yo. Después de sopesarte conorme a la palabra de Dios, entrégate completamente a Él y pídele ayuda para vivir correctamente.

Después de la experiencia de Isaías en Isaías 6:1 – 5, él sabía que la única forma en la que él podía ser verdaderamente santo, era con la ayuda de Dios. No puedes ser justo por mediante tu propio poder; necesitas la ayuda de Dios. Salmos 20:1 – 2 , dice que debes de orar para que el Señor envía ayuda desde el santuario. Hasta que no entiendas que necesitas ayuda, la ayuda no vendrá desde el santuario. Debes de permanecer frente al espejo de la palabra de Dios, hasta que recibas ayuda para volverte justo. no seas como el hombre que se describe en Santiago 1:22 – 24; continúa firmemente en la palabra de Dios.

1 Corintios 11:31 dice que si te juzgas apropiadamente, no serás juzgado. Esto significa que, después de examinarte, identificar tus faltas y hacer los ajustes necesarios, no serás condenado cuando el momento del juicio llegue.

Oro para que te acostumbres a examinarte usando el estándar de Dios, recibirás un elogio de parte del Maestro en el último día, en el nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a vivir según Tus estándares en todo momento, en el nombre de Jesús.

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Amén