Memoriza: «Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.» 1 Timoteo 2:8
Lee: Éxodo 17:8 – 13
Guerra con Amalec
8 Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. 9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. 10 E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. 11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12 Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. 13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.
BIBLIA EN UN AÑO: Zacarías 4:1-5:11; Apocalipsis 14:1-20
MENSAJE
Muchas personas, en momentos diferentes, han llamado la atención de Dios a ellos, levantando sus manos al cielo. Levantar tus manos al cielo es una forma simbólica de decir que, confías en Dios por completo. Moisés fue uno de los personajes de la Biblia que hizo esto en muchas ocasiones; él levantó sus manos cuando llegó al Mar Rojo, y lo partió. Una vez más, en la batalla con los Amalaquitas, los hijos de Israel ganaron simplemente porque levantaron sus manos al cielo.
Como hijo de Dios, levantar tus manos al cielo debe de ser para ti una obligación. Debes de confiar en Dios a cada paso del camino. Si estás teniendo dificultades en alguna área, levanta tus manos a Dios en oración, y Él vendrá a tu rescate. Si impones tus manos en cualquer parte de tu cuerpo, serás sanado. Sin embargo, no puedes esperar que Dios te conteste cuando tus manos están sucias con pecado; solo unas manos puras serán aceptables para Dios. Cuando tus manos están puras, todo lo que tus manos toquen prosperará. Por lo tanto, Dios te contestará cuando levantes tus manos para Él, en el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: Padre, por favor, dame la victoria en todas las áreas de mi vida, en las que estoy experimentando dificultades (menciona esas dificultades), al levantar mis manos hacia Ti hoy, en el nombre de Jesús.
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Amén